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Desde octubre de 2023 estamos asistiendo a la brutal masacre de la población palestina en Gaza por parte de Israel, a quien vemos cada año participar en Eurovisión como si no pasara nada. De una población que sufre décadas de asedio y de apartheid, el ejército de Israel ha asesinado a más de 28.000 personas, entre ellas más de 12.000 niñxs. Israel ha destruido infraestructura civil vital, ha provocado condiciones de vida inhumanas, ha cortado suministros y la entrada de ayuda y ha obligado al 85 por ciento de la población a huir.
Lo que está sucediendo ahora en Gaza es mucho más que su habitual incumplimiento de los Derechos Humanos, y la Corte Internacional de Justicia de La Haya lo está investigando por haber encontrado indicios de Genocidio. La cadena pública Israelí utiliza Eurovisión para mostrar una cara moderna, tolerante y abierta que conquiste al público queer y oculte la brutalidad de la ocupación. Mientras en Tel Aviv bailan su canción, en Gaza se extiende el hambre, el miedo a los bombardeos y la enfermedad.
La Unión Europea de Radiodifusión (UER) excluyó a Rusia del concurso en 2022 debido a la invasión de Ucrania, pero ahora tiene la intención de permitir la participación de Israel en el Festival de Eurovisión en 2024, alegando el carácter apolítico del certamen. Este doble rasero socava la credibilidad de la UER y de las cadenas participantes.
También argumentan que quien participa son cadenas, no países, pero la cadena pública israelí Kan manifiesta públicamente su completa adhesión a los ataques de su ejército. RTVE debe pedir formalmente en la UER la expulsión de Israel del festival o retirarse. De no hacerlo, estará blanqueando la comisión de un genocidio sobre la población civil palestina. Como miles de artistas y profesionales de la cultura que están reclamando a sus cadenas participantes en toda Europa: No toleramos complicidad con un genocidio, ni admitimos el ‘artwashing’ ni el ‘pinkwashing’ de Israel. EXIGIMOS a RTVE que pida en la UER la expulsión de Israel, y si no es expulsado, que se retire del Festival.
Por último hacemos un llamamiento a todas las personas y grupos vinculados a la música en Navarra, para que se adhieran a este manifiesto en la web de la Plataforma YALA. ¡Que se oiga nuestra voz y nuestra música solidaria con Palestina y en contra del Genocidio!