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Antes de que el Ayuntamiento de Iruñea decida sobre la autorización para instalar entre 8 y 10 terrazas de hostelería en Plaza de San José, y nuevas terrazas que se sumarían a la ya existente en la Plaza de Compañía del Casco Viejo, AZ Ekimena ha querido aportar sentido común a la polémica suscitada en el barrio y pedir acuerdos entre los intereses contrapuestos del vecindario y de la hostelería. AZ Ekimena pide que se tenga en cuenta la opinión y las demandas del vecindario, del Centro de Salud -situado en la Plaza de Compañía- o el pequeño comercio del barrio.

“La excepcionalidad de la situación provocada por la covid-19 hace necesario adoptar medidas excepcionales, pero estas deberían estar siempre basadas en el acuerdo. AZ Ekimena defiende un modelo de barrio habitable, amable y humanizado, centrado en sus habitantes y en quienes trabajan en él. Ese modelo arropa y defiende a la hostelería de barrio, pero también a las personas que viven en él. Los lugares de encuentro como las plazas son necesarios para todo el vecindario, especialmente para txikis y personas mayores, y son también imprescindibles para sostener un barrio vivo y habitable. También lo son los pequeños negocios hosteleros de barrio, implicados y comprometidos con la vida vecinal, muy alejados de otros tantos establecimientos hosteleros que han proliferado en el Casco Viejo al amparo de la especulación y de la mano de fondos de inversión”, sostiene AZ Ekimena.

Por ello, AZ Ekimena insiste en la necesidad de alcanzar un consenso entre todos los agentes implicados antes de tomar una decisión de esta envergadura. “Es responsabilidad del Ayuntamiento de Pamplona construir estos acuerdos, como también es responsabilidad de las administraciones públicas poner en marcha sistemas de ayudas justas, suficientes y efectivas que prioricen a los establecimientos más afectados (de pequeñas dimensiones, situados en lugares que no permiten espacios exteriores, etc.) y al personal de hostelería más vulnerable”, añaden en la nota de prensa.

Además de estar apoyadas en un amplio acuerdo, en opinión de la asociación vecinal “las decisiones de este tipo deberían estar siempre marcadas por su carácter excepcional y ligadas a una fecha de caducidad de obligado cumplimiento. De lo contrario, aparentes cambios provisionales podrían agravar aún más un proceso de mercantilización del espacio público muy conocido ya por el vecindario del Casco Viejo”.