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En declaraciones ante los medios de comunicación han denunciado que “la palabra de las mujeres siempre ha sido cuestionada y puesta en duda” y que a día de hoy “se duda de nosotras cuando decimos que seguimos sufriendo violencia sexista continuamente”, y que “esta violencia tiene mil caras: amenazas, insultos, control, lesiones, agresiones sexuales, asesinatos…”

Haciendo referencia al “proceso de normalización política y de paz”, han querido dejar claro que “ésta no es nuestra paz”, y que a las mujeres “el heteropatriarcado no nos da tregua y es por ello que la violencia contra las mujeres tiene que ser una cuestión política de primer orden, estamos hartas de que siempre se nos relegue a un segundo plano”, han dicho.

Cuestionar la verdad de las mujeres ampara la violencia sexista

Tomar la iniciativa, organizarse, apoyarse las unas a las otras “para romper con las situaciones de violencia, denunciarlas y sobre todo trabajar para que no vuelvan a repetirse” es la opción que han tomado, ante lo cual “el patriarcado reacciona y pone en marcha toda su maquinaria”, han criticado. “Cuestionan la verdad de las mujeres, nuestra palabra, nuestros relatos y vivencias, cuestionándo a cada mujer que denuncia violencia sexista. Quieren acallar nuestra voz y han encontrado en algunos medios de comunicación a los aliados perfectos. Unos medios que nos ningunean, nos faltan el respeto, tratan de manera inadecuada los casos de violencia sexista, atentando contra la intimidad de las mujeres agredidas y poniendo el foco en aspectos que banalizan la violencia machista”, han denunciado.

Así, han relatado como el cuestionamiento a las mujeres agredidas “es absoluto”, y se critica el modo de vestirse, de relacionarse, etc, para amparar “aunque sea de forma velada” las conductas de los agresores.

El sistema judicial debe garantizar la protección de las mujeres

También han criticado un sistema judicial que “no está sirviendo para garantizar la intimidad y protección a las mujeres, perjudicando gravemente el proceso de recuperación de las mujeres agredidas”, ya que en los procedimientos judiciales por agresiones machistas “se invierte la carga de la prueba”, recordando que mientras que en cualquier otro delito la declaración de la víctima y el reconocimiento en el plenario es totalmente válido para obtener una sentencia condenatoria, en estos delitos, nunca es considerada prueba de cargo suficiente para condenar a los agresores.

Por ello consideran imprescindible un cambio en el funcionamiento del sistema judicial y que todo el entramado institucional que participa y trabaja con las mujeres que sufren la violencia sexista, tanto el sistema judicial, como servicios sociales, servicios sanitarios, educación… tengan una buena formación en género y en violencia de genero, para lo que se necesitan los medios y la dotación económica suficientes.

Manifestación de negro y encapuchadas

Para el viernes 24 hay otra convocatoria contra la violencia machista a la que llaman a acudir de negro y encapuchadas. La cita es a las 22.00 en la Plaza del Ayuntamiento de Iruñea.