¡Ley abolicionista ya!

Una de las vindicaciones siempre presente en la agenda feminista, desde los inicios del feminismo como propuesta política transformadora, es la de la abolición de la prostitución.

Yolanda Rodríguez Villegas, Plataforma Navarra de Mujeres por la Abolición de la Prostitución

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Así lo consideró, por ejemplo, la socialista Flora Tristán, quien, a mediados del siglo XIX, dijo que la prostitución era la más “horrible de las aflicciones producidas por la distribución desigual de los bienes en el mundo”. Poco más tarde, las sufragistas, entre ellas Clara Campoamor, hablaron de abolir la prostitución poniendo el foco en los consumidores, en los varones, que, en palabras de la propia Campoamor “las leyes les dicen que pueden acercarse a una mujer sin amor, sin simpatía, si siquiera un gesto cordial de estimación”.

En el periodo de la II República Española se aprobó un decreto abolicionista (1935), que terminaba con la tradición reglamentarista imperante en España, y que decía: “Queda suprimida la reglamentación de la prostitución”. Al año siguiente, el del estallido de la Guerra Civil, un nutrido grupo de mujeres anarcofeministas, las Mujeres Libres, publicaron en su revista homónima multitud de artículos sobre la abolición de la prostitución, considerando que esta era la “empresa más urgente a realizar en la nueva estructura social es la de suprimir la prostitución. Antes que ocuparnos de la economía o de la enseñanza, desde ahora mismo, en plena lucha antifascista, aún tenemos que acabar radicalmente con esta degradación social. No podemos pensar en la producción, en el trabajo, en ninguna clase de justicia, mientras quede en pie la mayor de las esclavitudes: la que incapacita para todo vivir digno”.

Han pasado muchos años y el movimiento feminista del Estado español sigue reclamando la abolición del sistema prostitucional, entendiendo este como un sistema de opresión en el que convergen el patriarcado, el capitalismo neoliberal y el racismo-colonialismo, que mercantiliza a las mujeres más vulnerables y las pone a disposición del mercado, los demandantes, los puteros, a través de las redes del proxenetismo.

Este sistema, esta industria de la explotación sexual, es la segunda industria ilegal más grande, tras el tráfico de armas, y genera enormes beneficios. Por eso hay escasa voluntad política para abolir la prostitución, por eso y porque nadie, ningún partido político, por mucho que sea de izquierdas, tiene el coraje suficiente para acabar con el privilegio más antiguo de los hombres: el de acceso a los cuerpos de las mujeres a través de un pago.

La filósofa Celia Amorós escribió que las mujeres nos hemos cansado de ser “la contradicción secundaria” (opresión por sexo, patriarcado, feminismo), de “la contradicción principal” (opresión económica, capitalismo, socialismo-comunismo). Nuestras demandas nunca van en primera línea de las exigencias políticas de los partidos y sindicatos “de clase”, por eso es necesario que seamos las propias mujeres las que tomemos las riendas de NUESTRA AGENDA FEMINISTA.

Y retomando esas riendas, el movimiento feminista del Estado, tras un largo y arduo trabajo, ha elaborado una propuesta de LEY ORGÁNICA ABOLICIONISTA DEL SISTEMA PROSTITUCIONAL (LOASP), que presentó públicamente en 2020, y también fue presentada al Ministerio de Igualdad.

La LOASP recoge los tres aspectos fundamentales del abolicionismo de la prostitución:
Garantía de los derechos de las mujeres.

Persecución del proxenetismo y desincentivación de la demanda.

Educación, sensibilización y formación de la sociedad.

Porque creemos que ya es hora de acabar con la violencia machista, y la prostitución lo es, porque creemos que es necesario que los derechos de las mujeres sean garantizados, porque creemos que los privilegios de los hombres no pueden, ni deben, ser perpetuados, porque CREEMOS FIRMEMENTE que el sistema prostitucional debe ser abolido, hemos convocado una GRAN MANIFESTACIÓN ABOLICIONISTA en Madrid el próximo sábado 28 de mayo.

Son ya más de 150 organizaciones de mujeres, partidos políticos, sindicatos y asociaciones diversas las que han firmado en apoyo a la LOAP y se han sumado a la manifestación.
Es hora de sacar músculo feminista, es hora de sacar músculo abolicionista.
¡Nos vemos en Madrid!

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