Vecindario de Arrosadia, Azpilagaña e Iturrama recabarán apoyo al comercio local y en contra la gran superficie proyectada por Na+
Un grupo de vecinos y vecinas de Arrosadia, Azpilagaña e Iturrama van a poner en marcha una campaña de recogida de firmas en contra de la instalación de la gran superficie que Na+, con el apoyo de PSN, ha aprobado en la zona sur de Arrosadía.
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La recogida de firmas se articulará a partir de hoy lunes tanto de forma presencial, con hojas repartidas en diferentes comercios de la ciudad, como de forma digital, a través de “Porque un barrio sin comercio es un barrio sin vida. Ayudemos al comercio de cercanía – Komertziorik gabeko auzo bat bizitzarik gabeko auzoa delako. Hurbileko komertzioa lagundu dezagun”.
Lo que busca esta campaña es recabar el mayor número de apoyos posible para la defensa del comercio de proximidad, “el que da vida a los barrios”, modelo enfrentado a los planes de promoción de grandes superficies, según sus impulsores, que destallan que los apoyos se presentarán tanto en el Ayuntamiento de Iruñea como en el Gobierno de Nafarroa para respaldar la petición de paralización de la gran superficie en Arrosadía.
“La crisis derivada de la pandemia del Covid-19 ha servido para poner al descubierto grandes problemas estructurales de nuestra sociedad y modo de vida, entre ellos, los referidos al modo de consumo y el comercio local”, sostiene el manifiesto suscrito por esta plataforma. En el último año, los efectos de la pandemia y el confinamiento han acrecentado la tendencia a la proliferación de superficies comerciales de tamaño medio y grande, y al aumento de las compras online, circunstancias que están afectando gravemente al pequeño comercio. “Un paseo por las calles de nuestros barrios nos basta para ver la cantidad de persianas bajadas, de locales vacíos, de carteles de se vende, en lo que antes eran fruterías, mercerías, peluquerías, tiendas de ropa o de iluminación”, señalan.
“Tenemos que ser conscientes de lo que suponen esas persianas bajadas, esos locales vacíos. Son las pérdidas directas de empleos; de circuitos de consumo cercanos y sostenibles; son las mermas en el tejido social de los barrios; son dificultades para que los y las vecinas se relacionen; son beneficios económicos que dejan de revertir en la propia comunidad; suponen, al fin y al cabo, una vida de barrio más triste y gris”, reza el manifiesto. El documento advierte que la tendencia a imponer grandes superficies no se limita ya a las afueras, sino que afecta a los barrios, por lo que concluye con una reflexión: “Hoy son los barrios de Iturrama, Azpilagaña y Arrosadia, pero mañana puede ser el tuyo”.