Una empresa se lleva 31 de los 39 contratos de comedores escolares comarcales en detrimento de las iniciativas locales

Jangela, asociación de Amypas de Nafarroa que trabaja por mejorar la calidad de la alimentación en las escuelas, ha comparecido hoy para valorar el proceso de adjudicación de los contratos de los comedores escolares comarcales.

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JanGela ha comparecido hoy para valorar el proceso de licitación de los comedores escolares comarcales y de los pliegos de condiciones que presenta el departamento de Educación del Gobierno foral. Desde esta asociación no ocultan que la sensación es agridulce, puesto que a pesar de que reconocen que se han introducido cambios positivos en estos pliegos, no se ha tenido suficientemente en cuenta la opinión de la comunidad escolar.

Asegura Jangela que el cabreo en diversos centros “ha sido monumental”, ya que no se han tomado en consideración las aportaciones a los menús y características de los alimentos ni tampoco las puntuaciones otorgadas por los Consejos escolares, calificadas como “excesivamente subjetivas” por la Mesa de contratación, órgano compuesto exclusivamente por personas del departamento de Educación.

31 de los 39 contratos para la misma empresa

La mayor empresa navarra del sector ha obtenido 31 de los 39 lotes (escuelas) adjudicados, cerrando el paso a las pequeñas o medianas iniciativas locales. Jangela cree que el factor económico ha sido determinan en estas adjudicaciones. “Quien más ha bajado los precios se ha llevado el gato al agua, quedando los demás aspectos relegados. No es el mejor modo de incentivar el asentamiento de personas a lo ancho del territorio”, critican.

Jangela se muestra preocupada con cómo se controlará ahora el cumplimiento de los compromisos adquiridos. “Queda por ver quién controla y cómo controla que efectivamente las empresas adjudicatarias cumplen en la práctica aquello a lo que se han comprometido en los papeles. La tarea de Inspección va a ser fundamental y, si bien es el departamento de Educación quien tiene que llevarla a cabo, los centros deben poder implicarse, vía las personas responsables del comedor, las comisiones de alimentación, las APYMAs… En caso de incumplimiento, y en función de la gravedad, debe haber mecanismos sancionadores graduales que puedan incluso revertir la propia adjudicación”, añaden.

Los cambios introducidos en los pliegos suponen “un indudable avance en la calidad (al menos teórica) de la alimentación”, pero creen que hay que seguir avanzando. “Queda por hacer un amplio trabajo de sensibilización entre las familias de las criaturas escolarizadas (y en la sociedad en general) sobre la importancia y bondad de los cambios alimenticios que se proponen”, opinan.

Aun así, se muestran indignadas porque “se racanee dinero público” en la alimentación de los escolares, y anuncian que van a pedir una reunión para hablar de estos asuntos e insistir en cómo mejorar con la vista puesta en el objetivo de unos comedores escolares sostenibles y saludables.

Gehiago