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El juzgado número 3 de Iruñea ha decretado la puesta en libertad provisional del vecino de Mutiloa encarcelado tras los incidentes de la calle Curia durante la Procesión de San Fermin, que ha salido de prisión a primera hora de la tarde. Para ello, ha tenido que abonar 6.000€ de fianza. Además, deberá entregar el pasaporte y se le prohíbe salir del Estado español, y deberá comparecer una vez al mes en el juzgado.

En el auto al que ha tenido acceso Ahotsa.info, la jueza Maria Paz Benito considera que el hecho de que hubiera un golpe previo por parte del agente 130 de Policía Municipal “en nada desvirtúan los hechos atribuidos” al acusado. Dice además que las diligencias hasta ahora practicadas “permiten atribuirle un delito de desórdenes públicos y de atentado a la Corporación Municipal” y que además, teniendo en cuenta “la motivación que puede existir tras ese ataque y que se desprende de los gritos y consignas que lo acompañaron” también podría existir “un delito de odio o subsidiariamente una circunstancia agravante de odio”. Por otro lado, le imputa también el delito de lesiones al agente 130.

“No obstante, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y que han terminado las fiestas en cuyo contexto se producen estos hechos considero que el riesgo de reiteración delictiva se ha visto debilitado, y que la finalidad de evitar que pueda sustraerse a la acción de la justicia puede obtenerse mediante otras medidas cautelares menos gravosas” acuerda imponerle una fianza de 6.000 euros para evitar la cárcel, además de las medidas anteriormente citadas.

El acusado declaró que subió a Iruñea a echar el vermut con su familia y que estaban viendo la Procesión en la calle Curia cuando comenzaron los incidentes. En las imágenes difundidas por Ahotsa.info se puede ver cómo el agente 130 lanza un puñetazo a un grupo de personas y que posteriormente recibe un golpe que le fractura la nariz. Según el vecino de Mutiloa, su madre estaba en esa primera línea y en una reacción instintiva golpeó si ánimo de lesionar al agente. Las imágenes aportadas por la defensa prueban que, ciertamente, la madre del arrestado estaba en ese lugar.