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El análisis del impacto de los fondos Next Generation, publicado por ELA y elaborado por OMAL (Observatorio de las Multinacionales en América Latina) demuestra que la Unión Europea, “frente al mito de la paz como su seña de identidad, se ha convertido en ariete del régimen de guerra y de la militarización, hasta el punto de que la escalada armamentística se presenta como una salida a la crisis económica”. Así lo han explicado hoy en rueda de prensa Imanol Pascual (Coordinador de ELA en Navarra), Janire Landaluze (Gabinete de Estudios del sindicato) y Gorka Martija Rodrigo (OMAL).

El informe, titulado ‘UE: agenda verde oliva y digital al servicio de las empresas transnacionales’, recoge detalladamente la relación de empresas receptoras de estos fondos públicos europeos, que lejos de ser unas subvenciones “a fondo perdido que vienen de Europa”, están condicionados a su devolución (en la parte correspondiente a los créditos) y además obligan a los Estados receptores a imponer medidas profundamente antisociales: reformas laborales; recorte de las pensiones; fiscalidad a favor de grandes empresas y fortunas, y límites a la contratación y las políticas públicas. En definitiva, vuelta a las políticas de austeridad, que estarán de nuevo en vigor de forma efectiva desde 2025.

De hecho, como han recordado hoy, recibir los Fondos Europeos obliga al Gobierno español a imponer recortes del 6,1% en las pensiones a partir de abril de 2025 (unos 11.300 millones de euros anuales). “Quienes aprobaron la reforma de pensiones trataron de ocultar que estaban imponiendo recortes futuros. La Comisión Europea publicó en abril el Informe sobre Envejecimiento: la reforma de pensiones aprobada en 2023 recogía que, cada 3 años, se revisarían las pensiones para adoptar nuevos ajustes. Los Fondos Europeos son un mecanismo de intervención de las políticas estatales, y se enmarcan dentro de las políticas de austeridad que impone la Unión Europea desde hace mucho tiempo. La responsabilidad es de todos los partidos que posibilitaron la reforma de pensiones, entre los que se encuentran PNV y EH Bildu, que dieron la espalda a la demanda de las organizaciones para rechazar la reforma”, han denunciado desde ELA.

Recortar pensiones para gastar en armas

ELA ha realizado un análisis de la situación actual remarcando que el belicismo “está hoy en el centro de la política, más gasto militar a la vez que se recorta el gasto social”. “Esta es la Europa de los Fondos Europeos, una mentira para favorecer los intereses de las grandes multinacionales. Las actuales políticas europeas ni son verdes, ni sociales, ni están orientadas a la paz. ELA no quiere esconder lo que sucede, y denunciar lo que está pasando es fundamental para trabajar a favor de otra Europa”.

El informe elaborado por OMAL revela que los fondos Next Generation van dirigidos a las grandes corporaciones multinacionales, algunas de ellas con presencia en Navarra. En el sector de la automoción, destacan, entre otras, Volkswagen Navarra (27,04 millones) o Gestamp (8,9 millones). Hay que señalar que se destinan ingentes cantidades a engrosar burbujas tecnológicas (‘greenwashing’) como el hidrógeno, donde figuran empresas y proyectos como GreenH2CATudela, impulsado por la Ciudad Agroalimentaria de Tutera, Acciona y Nordex Group. En cuanto a las energías renovables, destacan los proyectos del parque eólico Montes de Cierzo I de Tutera y el parque eólico-fotovoltaico Corral del Molino I de Corella.

En el sector de la agroindustria, el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), con sede en San Adrián, es la principal promotora de la asociación empresarial Spain Food Valley86, que ha presentado un total de 28 proyectos por un valor de 37,3 millones, entre otras. Y en cuanto al agua, Nafarroa ha recibido 8 millones de euros a través de una iniciativa dirigida por la empresa pública Nilsa y las Mancomunidades de Iurramendi e Iruñerria. Por el contrario, el proyecto estrella en materia acuífera del Gobierno de Nafarroa –el Canal de Navarra– ha tenido que ser finalmente excluido de optar a fondos NGEU, dada su dilación al menos hasta 2028.

ELAe concluye que el objetivo de este plan es “recuperar la tasa de beneficio para las grandes empresas gracias al dinero público, a costa de de aumentar la precariedad laboral y la conflictividad ecosocial”. Por ello, ELA comparte la conclusión del informe de OMAL, que considera que este “capitalismo verde oliva y digital” debe combatirse “con un rearme teórico y una gran movilización por parte de la izquierda política, social y sindical, al tiempo que se impulsen alternativas factibles, dentro y fuera de las instituciones. La emancipación de los pueblos de Europa pasa por plantar cara sin ambages a la arquitectura de dominación y explotación que representa hoy la UE. Esta reflexión es más pertinente teniendo en cuenta las elecciones del próximo 9 de junio, que van a determinar la orientación de la Unión Europea en los próximos años.”