El movimiento feminista de Euskal Herria constituirá una mesa técnica para abordar la crisis de cuidados agravada por el Covid 19

El movimiento feminista de Euskal Herria consciente de la situación de excepcionalidad asume su responsabilidad política y pondrá todos sus esfuerzos en trabajar para revertir la situación. Lo hará a través de la constitución de una mesa de crisis que abordará la gestión de los cuidados. Piden a las instituciones y agentes políticos y sociales que se impliquen en esta mesa.

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Ante la situación de crisis provocada por el Coronavirus, el Movimiento Feminista de Euskal Herria ha decidio tomar cartas en el asunto “por responsabilidad y porque la vida de nuestras vecinas, de todas nuestras vecinas, nos importan”.

“En estos momentos se ha decretado el estado de alarma y se ha procedido al cierre y al confinamiento, pero no se ha dado ninguna medida gubernamental para una respuesta colectiva. Solo individual. Queremos recordarles que no, que aunque estemos confinadas en nuestras casas, la organización debe ser colectiva; de hecho ya está habiendo muchas iniciativas comunitarias”, han subrayado.

Sin embargo, la crisis de cuidados de la que llevan años hablando la estamos viendo estos días con la pandemia del COVID 19 “y no es un espejismo, sino que es más visible porque esta crisis ha hecho que colapsen”, recuerdan. “No es algo coyuntural, la crisis de los cuidados es estructural. Por eso es necesario cambiar el paradigma, cambiar el modelo neoliberal impuesto basado en la creencia de autosuficiencia individual y poner de una vez la vida en el centro”.

El Movimiento feminista muestra su preocupación por algunas de las medidas que se están tomando, ya que creen que pueden agravar esta crisis. “Nos quedamos en casa sin saber las medidas de compensación económica (si las fuera a haber), prohibimos los nuevos ingresos en residencias pero no se nos explica cómo cuidar de las dependientes, no sabemos qué va a suceder con aquellas migrantes sin derecho a la salud, las internas siguen en los hogares a riesgo de ser contagiadas, las víctimas de violencia quedan aisladas y sin posibilidad de huir de sus agresores. Podríamos seguir, pero nuestra responsabilidad va más allá de alertar de los riesgos. Creemos que es necesario contar con la sociedad civil, con esa que siempre es olvidada, como las asociaciones de trabajadoras o los Movimientos Sociales, así como con otros agentes, para coordinarnos y dar una respuesta efectiva y eficaz a la situación que estamos viviendo. Y nosotras, como movimiento feminista, estamos dispuestas a sentarnos, a co-liderar, y a coordinar esa respuesta”, dicen en el comunicado.

“Hasta ahora nuestra sociedad ha vivido centrada en los mercados y las lógicas neoliberales, y ahora comprobamos que no estamos preparadxs para proteger la vida, las vidas de las personas. Las últimas crisis se han cebado con la población, sobre todo con las personas más vulnerables, debido a los recortes en sanidad y servicios públicos; la situación de las trabajadoras de cuidados es demencial, en residencias y en las casas, debido a la ausencia de servicios públicos a domicilio. La sociedad empobrecida debe enfrentar ahora un colapso social porque no estamos preparadxs para hacer frente a estas crisis bio-eco-politicas. De nada nos servirá salir de esta crisis para seguir igual, es necesario cambiar el paradigma social. Solo así podremos vivir dignamente. El mundo nos lo está pidiendo a gritos: pero seremos capaces de salir de esto solo si somos capaces de cambiar esas lógicas capitalistas y patriarcales, y poner la vida y los cuidados en el centro”, continuan.

El Movimiento Feminista remarca que nadie mejor que ellas sabe sobre cuidados y esta crisis “por mucho que la llamen pandemia, es una crisis de cuidados”. Critican “la incapacidad de los estados y gobiernos para ver la dimensión estructural de cuidados es alarmante” y se muestran dispuestas a asumir “la responsabilidad que nos toca como actor político trascendental que somos. No vamos a negar que tenemos miedos, dudas y que nos sentimos vulnerables, pero el Movimiento Feminista de Euskal Herria no va a rehuir la responsabilidad política que tiene con los cuidados, con las vidas, con las mujeres y las disidentes de género y con el conjunto de la sociedad”.

Por ello, emplazan a los gobiernos vasco y navarro y a la Mancomunidad de Iparralde a generar una Mesa de Coordinación de Cuidados “donde deberán estar, además de los partidos y los sindicatos, los agentes sociales excluidos hasta ahora en la toma de decisiones, como son el movimiento feminista y las asociaciones de trabajadoras: es imprescindible la participación de colectivos y agentes relacionados directamente con los cuidados, como son las trabajadoras del hogar, las AMPAS, o las trabajadoras de las residencias. Y para asegurar la transversalidad y calidad técnica de la misma, el Movimiento Feminista asegurará la presencia de expertas en materia de cuidado, economía y medicina. El Movimiento Feminista estará presente como garante y como parte. Creemos que es necesario organizarnos socialmente para organizar entre todxs los cuidados, y al mismo tiempo visibilizar las necesidades de las personas sin voz. Estamos dispuestas a trabajar”.

“Saldremos de esto solo si salimos juntas: para ello es necesario la organización social y que los poderes públicos acepten la interlocución con los agentes que realmente estamos detrás de los cuidados y del mantenimiento de la sociedad y de la vida, y que además tenemos capacidad de movilizar y organizar desde abajo a la sociedad. Es necesario que se escuche nuestra voz y que de una vez se reconozca al Movimiento Feminista como interlocutor válido, porque de nada nos vale que políticos y representantes institucionales acudan a manifestaciones del 8 de marzo (si nos hubieran dicho la verdad, no las habríamos convocado) o se saquen fotos aprovechando la coyuntura política, si luego no son capaces de darnos voz, interlocución y capacidad de decisión. Lo que estamos haciendo y pidiendo es una cuestión de responsabilidad política y moral. Nos estamos ofreciendo para coordinarnos, para trabajar. Es el momento de aceptar la realidad y actuar en consecuencia”, dicen.

A los gabinetes de Chivite y Urkullu les piden que en 48 horas respondan si aceptan la propuesta. Del mismo modo, se lo piden al resto de agentes interpelados (partidos y sindicatos). “No podemos quedarnos quietas y a la espera. Lo haremos desde nuestras casas, por vías telemáticas y asegurando la salud de quienes estarán en esa mesa virtual, pero la mesa se constituirá y empezará a andar sí o sí, porque los cuidados nunca pueden cesar y nuestras vidas están en juego. ¿Os vais a quedar fuera?”, preguntan.

“No podemos cerrar sin recordar a las dos mujeres de Euskal Herria asesinadas la semana pasada. Estamos preocupadas porque sabemos que la violencia machista desgraciadamente no descansará, ni se pondrá en cuarentena en esta crisis; puede incluso que se agrave. Esto también lo abordaremos en esta mesa. El Movimiento Feminista de Euskal Herria pone todas sus fuerzas en esto. Estaremos a la altura. Esperamos vuestra respuesta, os hemos interpelado. ¿Construimos juntas?”, termina el comunicado.

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