El Foro Social presenta propuestas para reconocer y aclarar los casos de desapariciones forzadas pendientes

En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, el Foro Sozial Permanente ha recordado que al menos existen 7 personas cuyas desapariciones en el marco del conflicto vasco siguen sin resolverse, y pide que se pongan los medios necesarios para que sus familias tengan acceso a la verdad y la justicia, sean reconocidas y reparadas.

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“La desaparición forzada es una estrategia para infundir el terror entre la ciudadanía. La sensación de inseguridad que esa práctica genera no se limita a los parientes próximos de la persona hecha desaparecer, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad”, han subrayado, recordando que en Euskal Herria se han producido casos de desapariciones forzadas y que hoy existen 7 personas cuyo paradero es deconocido. Se trata de José Humberto Fouz Escobero, Jorge Juan García Carneiro y Fernando Quiroga Veiga (desaparecidos entre Biarritz y Donibane Lohitzune en el año 1973), Eduardo Moreno Bergaretxe “Pertur” (desaparecido en Behobia el 23 de julio del año 1976),  Tomás Hernández (desaparecido en Hendaia el 15 de mayo de 1979),  José Miguel Etxeberria Álvarez “Naparra” (desaparecido el 11 de junio del año 1980) y Jean Louis Larre “Popo” (desaparecido el 7 de agosto del año1983 en Léon-Landas). El Foro no descarta que haya más casos.

El Foro Sozial recuerda que hay 482 casos de muertes violentas sin resolver, y que el “gran reto”  es el de “sentar las bases definitivas de la futura convivencia democrática en nuestro país, basada en una cultura de derechos humanos y paz”. Por ello, marcan dos premisas en lo referente al trabajo para garantizar los derechos a las víctimas que han sufrido vulneraciones de derechos humanos: el derecho que tienen todas las víctimas a la verdad, a la justicia y a la reparación,  y el principio “a igual vulneración, igual reconocimiento”.
“En el caso de las personas que han sido hechas desaparecer forzosamente, el primero de los principios, el del derecho a la verdad, cobra una relevancia absoluta. El dolor y el sufrimiento que generan el desconocimiento del paradero y de las circunstancias de la desaparición son tremendos y muy difíciles de sanar. Así nos lo han comunicado en diversidad de ocasiones muchas víctimas de desaparecidos de diversas violencias que consideran el derecho a conocer la verdad como el elemento nuclear, el punto de partida, lo que entienden por justicia, lo que verdaderamente necesitan”, han dicho en la rueda de prensa los portavoces del Foro Sozial. En esta tarea ven imprescindible la implicación de la sociedad vasca, sus agentes institucionales y políticos y  sus organizaciones sociales. Y piden que se pongan los medios necesarios para ello.
El Foro cree que  es necesario “reconocer de forma pública y oficial qué es lo que a esas personas les sucedió y cuál fue la violencia que las golpeo”.
Para tratar de resolver estos casos, el Foro remarca la importancia de los estudios e investigaciones que se están realizando por parte del Gobierno Vasco o de Euskal Memoria Fundazioa, entre otros, así como la de las familias de las personas desaparecidas y sus abogados. “Desde el Foro Social Permanente creemos que estas iniciativas han de ser fortalecidas y reconocidas, y se deben continuar destinando todos los recursos posibles a su mantenimiento en el futuro, hasta la resolución definitiva de la problemática de las personas hechas desaparecer de forma forzosa.”

En lo que se refiere a posibles iniciativas futuras que permitan avanzar hacía los objetivos anteriormente citados, avanzan tres propuestas en las que trabajarán en los próximos meses, como son la propia celebración oficial de este Día Internacional para “sensibilizar al público en general acerca de temas relacionados con cuestiones de interés en referencia a la resolución del denominado conflicto, y además, llamar la atención de los medios de comunicación para que señalen a la opinión publica que existen casos sin resolver” sin exclusiones de ningún tipo, así como comenzar a construir “consensos necesarios para una futura Comisión de la Verdad”, articulada con el apoyo del conjunto de instituciones del país, y la cual posibilite el reconocimiento y la reparación de aquellos casos que planteen dificultades especiales (prescripción, falta de información, falta de recursos para investigar, etc.), o pueda ofrecer garantías a la hora de recoger información relevante que pueda facilitar el esclarecimiento de los casos de desapariciones forzosas referidos.

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