Denuncian la represión en El Rif y piden la libertad de los presos políticos
Una concentración en Iruñea convocada por personas y organizaciones provenientes de El Rif ha denunciado la represión del Gobierno marroquí contra las protestas que desde los últimos 8 meses se están produciendo en esta zona africana en demanda de mejoras en los servicios públicos. Durante las últimas semanas el número de detenidos ha aumentado y están siendo encarcelados en prisiones fuera de El Rif. Se han denunciado torturas y malos tratos.
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El pasado miércoles 28 de junio se cumplieron 8 meses del inicio de Hirak, el movimiento pacífico de protesta surgido tras el brutal asesinato de Mouhcine Fikri. Este vendedor ambulante de 31 años fue triturado por un camión de basura en Alhucemas cuando intentaba recuperar su mercancía, el pescado que la policía le había confiscado.
La marginación económica y política a la que ha sido sometida históricamente la región del Rif, ha seguido durante los últimos años, a pesar del acercamiento del actual rey, que despertó en el pueblo un sentimiento de reconciliación, pero que en la práctica no se ha plasmado.
Las manifestaciones que hubo por todo Marruecos en 2011, dieron en el Rif el mayor número de detenciones y muertes. 5 jóvenes aparecieron calcinados en una sucursal bancaria en Alhucemas, hechos todavía sin esclarecer. Estos sucesos hicieron aflorar sentimientos de “no reconciliación” que se fortificaron con el control del estado policial. Además, muchas de las inversiones y mejoras prometidas nunca han llegado: no hay ninguna fábrica, no hay hospital oncológico, a pesar de tener la mayor tasa de cáncer de todo Marruecos a causa de los ataques con armas químicas sufridos. Existe un centro de diálisis que no tiene los recursos materiales y humanos necesarios; no hay universidades; hay una alta tasa de paro; en zonas rurales no hay centros de salud.
El asesinato de Mouhcine Fikri ha sido la chispa que ha encendido de nuevo la llama de la revuelta en el Rif, ahora extendida por todo Marruecos, llevando a otras zonas a reclamar sus derechos. A pesar de las manipulaciones mediáticas y la represión policial, la solidaridad hacia este movimiento se ha extendido, llevando a manifestarse en muchas ciudades y de manera multitudinaria en Rabat y Casablanca.
La represión a este movimiento y la encarcelación de sus líderes ha encendido aún más las protestas en el Rif, poniendo de manifiesto la falta de libertades y de democracia en el país. En Alhucemas, cientos de personas han sido heridas, detenidas, torturadas y encarceladas. A pesar de lo cual, las movilizaciones continúan.
“La lucha en el Rif no es sólo por la dignidad, la libertad y los derechos humanos. Es también una lucha contra la cultura del sometimiento”, han subrayado en la concentración celebrada hoy en Iruñea.
“Desde aquí debemos exigir a los gobiernos europeos que se responsabilicen de su política internacional. Marruecos es un socio económico y político, a pesar de la falta de democracia de sus instituciones y de las violaciones continuas de los derechos humanos. El dinero que la Unión Europea da a Marruecos para externalizar sus fronteras y detener a las personas migrantes en su camino a Europa, es el mismo dinero que el Estado usa para reprimir a su pueblo”, han denunciado.
El Rif, una región históricamente rebelde
Tras la independencia de Marruecos de España y Francia. El pueblo rifeño,
siempre combativo, luchó contra el colonialismo español y francés, infligiendo importantes derrotas al ejército colonial español y llegando a crear una república independiente. Cuando llegó la independencia, la monarquía alauí excluyó al pueblo rifeño de la administración. Intentaron negociar pero el gobierno les dio la espalda, comenzando las protestas por sus derechos, que fueron duramente reprimidas por el ejército.
El sanguinario Hassan II continuó esta represión, que se agudizó durante los “años de plomo”.