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Tras ser privatizada en el año 2011 bajo el gobierno de UPN, en un derroche más de erario público en lugar del aprovechamiento de los recursos públicos de que disponemos, es decir, personal bibliotecario en plantilla del Gobierno de Navarra y específicamente formado para ello, nos consta que ahora el Ayuntamiento de Iruña tiene intención de revertir la gestión privada de la Biblioteca de San Francisco del Casco Viejo de Pamplona y garantizar una gestión pública de la misma a partir de Diciembre del presente en que vence la fecha de concesión de dicha gestión. Nos alegramos por dicha noticia, pero no podemos conformarnos con lo que ya teníamos y el anterior gobierno se encargó de destruir, queremos ir más allá.

Para ello trabajamos desde entonces el Grupo de Trabajo por una Biblioteca Pública en el Casco Viejo, ya que entendemos que dada la  importancia de dicha biblioteca que se encuentra situada en el Casco Histórico de la Ciudad y que da servicio también a la población del Segundo Ensanche además de a toda persona que viene a hacer gestiones al Centro de Pamplona o a hacer turismo, la Biblioteca de San Francisco merece tener un horario de apertura de 8'30 a 20'30 de lunes a viernes y los sábados de 8'30 a 14'30 con su consiguiente dotación de personal y de documentos acorde con la población que atiende.
Creemos que es de rigor aprovechar al máximo este recurso en el que recientemente se han acometido obras y no infrautilizarlo en un escueto horario de tarde.

Entendemos imprescindible poner en valor, en el centro de la gestión de lo público también a La Cultura, con mayúsculas, actitud que dice mucho de una sociedad y de los ideales que persigue, la búsqueda del Desarrollo Integral y Crítico de las Personas y el Desarrollo Sostenible de las Comunidades, que éstas se encuentren en el centro de las decisiones frente a la primacía del rendimiento económico, la acumulación y los mercados.

Solicitamos que esta biblioteca tenga una peculiaridad, a saber,  la de la Coparticipación de los y las vecinas en la dinamización de este espacio, para ello se podrían establecer, entre otras cosas, tiempos, espacios y mecanismos de comunicación donde se puedan atender las solicitudes y sugerencias de las y los usuarios, en cuanto a actividades e intereses. Con ello se pretende generar un tipo de biblioteca comunitaria, abierta, participativa, igualitaria, integradora, accesible, transparente y culturalmente viva. Nuestra idea es que la biblioteca sea un lugar donde el pensamiento y la acción sean bidireccionales y no un mero lugar de consumo de información.

Por todo ello desde aquí queremos hacer un llamamiento al Servicio de Bibliotecas del Gobierno de Navarra y a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona, con quien ya nos hemos reunido para transmitirle esta Desiderata, para que trabajen en ésta dirección.