Alegaciones vecinales contra el control social y por un debate en torno a la videovigilancia en Zizur Nagusia
Geroa Bai con el apoyo de Navarra Suma y PSN han aprobado la colocación de 65 cámaras de videovigilancia en las calles de Zizur Nagusia pese a la oposición de cientos de vecinos y vecinas que pedían un debate sobre esta tecnología de control social. Ahora, este grupo vecinal presentan alegaciones que denuncian irregularidades en el proceso y la falta de debate público acerca de esta medida.
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Como ya es sabido, el pasado 30 de septiembre se aprobó en el pleno de Zizur Mayor la modificación presupuestaria extraordinaria para implantar la instalación de 65 cámaras de video vigilancia promovida por Geroa Bai y con los votos a favor de Navarra Suma, PSN y el concejal no adscrito. Este hecho creó gran revuelo en el pueblo por las formas en las que se presentó: la modificación se propuso a pocos días del pleno, no se tuvieron en cuenta las 450 firmas presentadas a favor de una consulta ciudadana, la falta de transparencia y seriedad por parte de Geroa Bai fue total, presentando la modificación junto con la subvención del transporte de nuestras vecinas de Ardoi a los centros escolares, condicionando la aprobación de una a la otra.
Ante el nulo interés de Geroa Bai Zizur de abrir un proceso de debate y reflexión, así como de convocar una consulta popular, los colectivos y las vecinas/os de Zizur hemos seguido trabajando para detener semejante atropello. A lo largo de esta semana hemos presentado en el ayuntamiento de Zizur decenas de alegaciones, con el objetivo de que este tema siga sobre la mesa y que se tenga que volver a debatir en el próximo pleno.
En estas alegaciones, las vecinas/os de Zizur hemos expuesto diferentes motivos por los que no aceptamos la colocación de 65 cámaras en las vías públicas de Zizur, denunciando las irregularidades cometidas en el pleno del 30 de septiembre. Hemos denunciado la falta de transparencia del ayuntamiento (no sabemos dónde se colocarán las cámaras de vídeo vigilancia, ni con cuántos vecinos y comerciantes se ha hablado) y el nulo interés por el debate público y la consulta popular (haciendo caso omiso a las firmas recogidas en un plazo de tiempo muy justo), hasta la vulneración de la intimidad privada y colectiva que acarrea este tipo de acciones. Todo ello, sin olvidarnos que es una medida totalmente injustificada, y que las excusas utilizadas por el alcalde, Jon Gondán, y el concejal de seguridad ciudadana, Andoni Serrano, son contradictorias, por el hecho de que defienden que Zizur es un pueblo seguro, pero que la colocación de las cámaras respondían a una “cultura preventiva”. Nos gustaría, por tanto, saber qué entienden ellos por la prevención, ya que nosotras/os no entendemos esta medida más allá del mero control social.