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Han sido unas fiestas espectaculares en lo que a participación y ambiente festivo se refiere, podemos afirmar que miles de personas han colaborado, participado y disfrutado de este fin de semana repleto de actos.
Tanto en los espacios festivos ( parque de la O y paseo de Sandua) como en el recinto ferial, las kalejiras y los establecimientos hosteleros el llenazo ha sido generalizado.

Desde la Comision Fiestas ya dimos cuenta de que la relación con el Ayto de Pamplona había cambiado respecto a otros años, ya que nos escuchan e incluso nos han ayudado con parte de las infraestructuras, y por ello dijimos que este es el camino a seguir, en donde el Ayto pone recursos públicos al servicio de las fiestas de los barrios.

Siendo esto así, a nadie se le escapa un comentario generalizado durante todas las fiestas en cualquier rincón: “¿qué ha pasado? ¿porque hay tanta policía?”

No entendemos esta ocupación policial durante los tres días del fin de semana, pasando todo el tiempo con los vehículos por las aceras, a veces a velocidades desproporcionadas entre la gente, otras veces incluso sin las luces de emergencia, con el peligro que ello conlleva. Claro que entendemos que estén para las emergencias, es lógico, pero lo que percibimos todo el barrio, fue una persecución a determinados colectivos, principalmente jóvenes y racializados, con la excusa de la prevención.

En cambio cuando se necesito de su ayuda en temas relacionados con acosos sexistas, la actitud de la patrulla dejó bastante que desear, sin ni siquiera bajarse del coche y continuando la marcha por la zona peatonal.

A esto se suma la retirada de la decoración de fiestas sin motivo alguno además de la retirada de carteles de fiestas durante la semana cultural, pese a que pedimos expresamente que se respetaran los carteles durante la semana cultural ya que estos sirven para anunciar actos e inscribirse en ellos.

Estas actuaciones crean un aura de peligrosidad en las fiestas de San Jorge – Sanduzelai que creemos que es evitable cambiando algunas cosas, no es posible que lo que tanto cuesta organizar, se vea empañado por la actitud de la policía. Las fiestas no son peligrosas, todo lo contrario, unen al vecindario en la calle y crean espacios seguros.

Por todo ello pedimos una reflexión a los representantes de la ciudadanía que están en las instituciones, no creemos que este sea el modelo de presencia policial que debe haber en las fiestas de los barrios.

Consideramos que deben de repensar cuál es la labor de la policía y respetar el trabajo de las comisiones de fiestas que a veces queda empañado por actuaciones más que discutibles.