Los parkings subterráneos no son la solución
Hace algunas fechas conocimos las propuestas del Plan Especial de Actuación Urbana (PEAU) respecto a los parkings subterráneos en el II Ensanche. Entre sus propuestas “para solucionar el problema de aparcamiento del barrio” prevé un parking en la calle Sangüesa-Plaza de la Cruz.
Asociación Vecinal del Ensanche Zabalsanche
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Consideramos un error ese planteamiento ya que afectan a zonas totalmente arboladas y con ejemplares con mucha antigüedad. Con veranos cada vez más calurosos por el cambio climático, con los compromisos medioambientales que el propio PEAU enuncia y son obligados en Europa, eliminar espacios urbanos con masa arbórea con sombra abundante y refrescante, es una locura y una temeridad que afecta directamente al bienestar del vecindario del Ensanche en particular y de la ciudadanía de Pamplona en general.
La Plaza de la Cruz es el patio del Instituto adyacente, es parque infantil, espacio de reunión para personas mayores, y punto de paso y relación para el barrio. La sustitución del espacio actual por otro sin arbolado, con una masa de cemento acumulador térmico en verano y eliminando las funciones que ahora tiene la plaza, además de eliminar las plazas de superficie actuales, supone un grave error para el medio ambiente y la convivencia.
Sin haber sido aprobado el PEAU, asistimos a pasos acelerados para iniciar la realización de un parking en la Plaza de la Cruz-Calle Sangüesa. Lo consideramos una falta de respeto con la mayoría del barrio, máxime cuando se ha llevado a cabo sin información, sin transparencia y sin participación de las personas del Ensanche.
Propuestas como ésta incluidas en el PEAU, que no ha realizado un estudio detallado de necesidades de aparcamiento y posibles alternativas, sugieren que solucionan el problema de parking y obligan a cada residente a tener que pagar una plaza temporal a precio de oro, además de soportar un coste elevado de mantenimiento del mismo. Nos queda claro el beneficio que supone para los equipos de arquitectura que proyectan y dirigen la obra, para la promotora/constructora que edifique el parking, para la asesoría que administra y gestiona, y posiblemente para el equipo de gobierno municipal que contenta a las empresas adjudicatarias y vende el proyecto a las personas residentes en la zona como solución única a sus problemas de aparcamiento.
Cada residente que ahora aparca su coche por 60 € al año, tendría que desembolsar 30.000 € por plaza de garaje y un mantenimiento anual en torno a los 500 €. Sorprende que un parking realizado por el Gobierno de Navarra a 100 metros de distancia, en la misma calle Sangüesa, tenga un coste de la mitad de ese precio y tiene aún bastantes plazas disponibles.
Los precios son prohibitivos para la mayoría y superan, incluso, el precio de un vehículo medio. Si el ayuntamiento pensara en sus vecinos y vecinas, probablemente se implicaría en un enfoque más sensato, mejor planificado, más económico y duradero, incluyendo la mejora del aparcamiento en superficie.
La tendencia de las ciudades más avanzadas y sostenibles no promueve hacer más parkings subterráneos, mantiene las zonas arboladas, y favorece el transporte público. Para las personas en tránsito es necesario habilitar y utilizar bien los numerosos y diversos parkings rotatorios ya existentes (Plaza del Castillo, Plaza de Toros, Corte Inglés, Baluarte, Autobuses, Carlos III, Plaza Blanca de Navarra) o acceder al centro urbano andando, en moto, en bicicleta y utilizar los parkings disuasorios y el transporte público de villavesas o Taxi.
Adicionalmente es necesario regular el tráfico entre barrios o pueblos que atraviesa el Ensanche, para hacer un tráfico más fluido, y en caso de que un estudio de necesidades lo considere, crear plazas de aparcamiento periféricas al Ensanche en lugares como el Seminario o el estadio Larrabide para hacer del Ensanche un lugar amigable y de convivencia para sus habitantes y los de otros barrios o localidades que nos visitan.