Acusan a la macrogranja de Caparroso de querer acallar las voces contra la ganaderia industrial y en favor de la soberanía alimentaria
Los 14 colectivos citados al acto de conciliación por la macrogranja de Caparroso se reafirman y suscriben la información presentada en el Parlamento navarro sobre la contaminación que causa esta macrogranja. El acto de conciliación acaba sin acuerdo con la empresa Valle de Odieta, que les acusa de injurias y calumnias por el citado informe. Una nutrida concentración a las puertas del juzgado en apoyo a los colectivos ha expresado su rechazo al modelo de ganadería industrial.
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Esta mañana se ha celebrado el acto de conciliación al que 14 colectivos sociales y ecologistas se han visto obligados a asistir a raíz de la demanda presentada en su contra por la empresa Valle de Odieta – HTN, propietaria de la macrogranja de Caparroso. Esta empresa considera injuriosas y calumniosas las informaciones de un informe que dichos colectivos presentaron en el Parlamento Foral el pasado mes de septiembre de 2021. La información estaba constituida en gran parte por documentos oficiales o informes elaborados a partir de datos oficiales, por lo que ninguno de los colectivos citados ha dado un paso atrás y han decidido no avenirse al acto de conciliación, ya que consideran que no procede retractarse “de informaciones verídicas y sacadas de fuentes oficiales”, según han indicado a los medios de comunicación.
Los colectivos que se enfrentan a este proceso han estado arropados por un numeroso grupo de personas que se ha dado cita a las puertas del Palacio de Justicia de Iruñea para darles su apoyo y expresar también su rechazo a las macrogranjas. Las personas que han acudido han portado pancartas con los mensajes “Stop ganadería industrial” y “No nos callarán”.
Al no haber llegado a un acuerdo, ahora la empresa propietaria de la macrogranja dispone de un año para poder hacer efectiva la denuncia por injurias y calumnias. “Este tipo de procesos se conocen como demandas mordaza o SLAPP (por sus siglas en inglés “strategic lawsuit against public participation”, pleito estratégico contra la participación pública en castellano), y su objetivo es acabar con la protesta pública”, han informado a los medios. “Los efectos de estas demandas pueden ser múltiples, puede que los colectivos abandonen la lucha, solo por el miedo a las consecuencias de estos procesos, o que el propio proceso conlleve tanto tiempo, dinero y preocupaciones a los encausados que se aparten de la protesta pública por saturación”, han considerado.
“Sin embargo, los colectivos que hoy hemos tenido que asistir al acto de conciliación, queremos decir claramente que no vamos a sucumbir a esta presión, que sabemos que no somos solo 15 personas de 14 colectivos. Ya hemos recibido el apoyo de 1600 personas y otros 168 colectivos. Por lo tanto, por mucha presión que Valle de Odieta nos haga, la lucha contra los impactos de la ganadería industrial en Navarra está asegurada”, ha comentado en la puerta del Palacio de Justicia Pablo Llorente, portavoz de la plataforma en contra de la ganadería industrial de Nafarroa y miembro de la Fundación Sustrai Erakuntza.
La Plataforma en contra de las macrogranjas de Nafarroa que aúna, entre otros, a los colectivos que hoy han acudido al acto de conciliación, surgió hace un año para dar respuesta a la preocupación que compartían diversos sectores de la sociedad en relación al faraónico proyecto de macrogranja – 23.520 vacas – que la misma empresa tiene para Noviercas, en Soria. “Y es que, el modelo ganadero de explotación industrial acarrea consecuencias muy concretas para el entorno en el que se ubica. Más allá del debate sobre el sufrimiento animal, existen toda una serie de consecuencias ambientales y sociales nocivas, como la gestión de la enorme cantidad de residuos generados y la inevitable contaminación de tierras y acuíferos cercanos por nitratos y otros elementos, así como su enorme contribución a la crisis climática. Este modelo industrial ahonda en la dependencia agraria de los combustibles fósiles, de los fertilizantes y de los antibióticos y sostiene dinámicas de deforestación para el cultivo de soja y otros monocultivos que alimentan al ganado, tanto en nuestro entorno como en otras partes del mundo. Este modelo lejos de generar empleo, precariza las vidas de las personas que viven en el medio rural de las macro-explotaciones, monopoliza recursos, provoca la desaparición de las pequeñas explotaciones en una sangría sin fin y a medio plazo no genera riqueza alguna sino pérdidas”, han dicho durante la concentración en Iruñea.
Modelos basados en la soberanía alimentaria
La plataforma en contra de las macrogranjas de Nafarroa cree en modelos basados en la soberanía alimentaria con explotaciones profesionales vinculadas a la tierra y al territorio de pequeñas y medianas y con personas dedicadas a la actividad, que respetan y cuidan los ciclos, los recursos y los bienes naturales, que promueven la biodiversidad, que abastecen de alimentos de calidad a la población a un precio justo y que garanticen un futuro de desarrollo sostenible para nuestros pueblos. “Estamos a las puertas de una emergencia climática, en plena crisis internacional y económica por la cada vez mayor escasez de combustibles fósiles. No es un secreto que vienen años de sequías. Por eso, creemos que hipotecar nuestro entorno para el beneficio económico de unos pocos es una irresponsabilidad lamentable, por lo que seguiremos socializando información, tejiendo redes y promoviendo modelos que traigan esperanza e inercias sostenibles”, ha comentado Lorea Flores, portavoz de la plataforma en contra de la ganadería industrial navarra y miembro de Greenpeace.