Tropezar en la misma piedra

El pasado día 31 de enero la Cámara de Comptos presentó en el Parlamento de Navarra el informe sobre la evolución de los avales fallidos en el sector de las empresas públicas, en el periodo 2001-2015.

Akina de la Cruz Maya, Mertxe Antona, Mertxe Larunbe, Gurutze Andueza. Integrantes del Parlamento Social|Parlamentu Soziala.

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La conclusión principal de este informe se traduce, en que a través de las empresas públicas NAFINCO y SODENA, en el
mencionado periodo, se produjeron un total de 39.259.000 € de avales fallidos, que sumados a los otros 12.219.000€
de avales fallidos realizados directamente por la Administración (de acuerdo al informe de Comptos 2017/06 de fecha
17 de marzo de 2017 sobre el endeudamiento del Gobierno de Navarra 2000-2015) hacen un total de 51.478.000€ que
hemos pagado a los bancos (principalmente a la Caja de Ahorros de Navarra, ahora Caixabank) el conjunto de la
ciudadanía navarra. 

A esta cantidad hay que añadir, los 5 millones de € de los contratos SWAPS y COLLAR, que la misma Cámara de Comptos
refleja en el mencionado informe 2017/06 en sus páginas 31 y 32. Los 19,7 millones de € perdidos por la ciudadanía
navarra en la compra-venta de acciones de Iberdrola, según refleja el informe de Comptos 2016/03 de fecha 21 de enero
de 2016. Más los 47,3 millones de € de sobre intereses respecto a la emisión de deuda que venció el pasado 17 de
febrero del 2017 y los 67,6 millones de € de sobreintereses en la emisión de deuda que va a vencer en los meses de
junio y octubre de este año 2018. 

Nos da como resultado 191 millones de deuda ilegítima que, desde el Parlamento Social, venimos insistiendo en que el
Gobierno de Navarra muestre una actitud responsable respecto a la ciudadanía que representa e inicie una negociación
con estos bancos, de cara que en las próximas amortizaciones de deuda, se realicen las quitas correspondientes. 

Pero ¿por qué consideramos los avales fallidos deuda ilegítima? 

Para explicarlo nada mejor que indicar lo que la empresa pública SODENA definía como AVAL MODERNA “30 millones
de euros para garantizar préstamos concedidos por las entidades financieras a proyectos de inversión alineados en los
sectores estratégicos del Plan Moderna” 

Definición confirmada el pasado mes de enero por la actual directora-gerente de SODENA, que en sede parlamentaria
dijo “En relación a los avales eran las propias entidades financieras quienes analizaban el riesgo de las inversiones a
realizar, en lugar de la propia SODENA. Así la empresa pública concedía avales en función de los informes realizados por
las entidades bancarias que habían decidido invertir en cada proyecto” 

Si añadimos esto que la consultoría Arpa Asesores reflejaba en su web en marzo del año 2009, en relación a los avales
Nafinco “Para acceder a dichos avales deben Vds. contactar con las entidades financieras que realizan los préstamos.
Sin perjuicio de ello pueden también contactar con este despacho para solventar cualquier duda que tengan al respecto
o para canalizar dicha petición a través de la propia organización de Arpa Asesores” 

La pregunta es ¿Qué pintaban toda la organización y estructura que tenían SODENA Y NAFINCO, si lo único que hacían
era dar el dinero de toda la ciudadanía navarra a los bancos, cuando a estos les fallaban los proyectos empresariales
donde habían invertido? 

Y decimos que empleaban el dinero de todas las personas navarras, porque el dinero que estas empresas públicas
abonaban a los bancos, no era generado por dichas empresas públicas sino que salía de los presupuestos generales de
Navarra. 

Un ejemplo claro, sobre esta forma de proceder, es el aval que NAFINCO concedió a la empresa Cárnicas del Sádar a
finales de la década de los noventa. Por un préstamo de 1.684.185€ que realizó la CAN a esta empresa y que ante el
fracaso de la misma, NAFINCO abonó a la CAN. Pero no lo hizo con su dinero. 

En la memoria de ejecución presupuestaria realizada por el Gobierno de Navarra, correspondiente al año 2007. En su
capítulo VIII (Activos financieros) en el punto correspondiente a adquisición de acciones y participaciones del Sector
Público realizados por el Departamento de Hacienda, figura que se dan exactamente estos 1.684.185€ a NAFINCO. 

Son este tipo de casos, por lo que desde el Parlamento Social decimos que los avales fallidos son deuda ilegítima y el
Gobierno de Navarra debería negociar con los bancos para la recuperación de estos 51,5 millones de euros que
indicamos al principio de este escrito. 

Pero desde el Parlamento Social, además de auditar estos marrones que nos han dejado los Gobiernos de UPN, velamos
porque esta forma de gestionar no se repita y este Gobierno del cambio sea estrictamente riguroso a la hora de
administrar el dinero de toda la gente de Navarra. 

Decimos esto, porque estamos observando con preocupación, que el funcionamiento de SODENA, así como el de su
organización matriz, la denominada Corporación Pública Empresarial (CPEN), está siguiendo los mismos procedimientos
y maneras de actuar que los utilizados por el régimen UPN-PSN.

No es extraño. Ya que este Gobierno mantiene intactas todas las estructuras directivas de estas empresas públicas que
realizaron todos esos desaguisados. Se ha dejado en manos del Consejero de Desarrollo Económico, toda la gestión y
control de estas sociedades y este ha optado, por gestionar directamente la CPEN. Como lo refleja la memoria de las
cuentas anuales del 2016 de dicha empresa, en las que se indica que las labores de alta dirección son desempeñadas
por el consejo de administración o sea, el Sr. Ayerdi, también presidente del consejo de administración de las empresas
públicas SODENA, TRACASA MERCADO y NASUVINSA. Tómense la molestia de ver a que se dedican estas empresas y
comprobarán el poder que se le ha dado a dicho Consejero. 

Y no ponemos en cuestión que por su profesionalidad y capacidad de trabajo pueda llegar a todo. Pero el poder controlar
a todos esos equipos directivos, herederos del régimen UPN-PSN, ya nos genera más dudas. 

Sirva como ejemplo, no es el único, la concesión de un préstamo participativo de 400.000€ que SODENA concedió el 1
de septiembre de 2016 a la empresa RODONA INDUSTRIAS GRAFICAS. Un préstamo que servía de apoyo financiero a un
proyecto empresarial que SODENA calificó como un referente de la impresión de inyección de tinta de España. 

Y nosotras no decimos que no. Y ojala vaya bien el asunto. Pero cuando vemos que el presidente de esa empresa era a
la vez presidente y administrador único de otra empresa que se llamaba ONA INDUSTRIAS GRAFICAS, que se dedicaba a
lo mismo, que a la que SODENA le ha concedido el préstamo. Pero que, de acuerdo a lo reflejado en el boletín del
registro mercantil de fecha 27 de febrero de 2017 se resuelve el concurso de acreedores con el auto, en el que se indica
la inexistencia de bienes y la extinción de la sociedad, dejando a la Hacienda Foral de Navarra una deuda que supera los
850 mil euros empezamos a preocuparnos. 

Por cierto, dicho empresario es vocal de la Cámara Navarra de Comercio e Industria, organismo que se caracteriza por
la crítica a este Gobierno, desde el inicio de legislatura, por su, según dicen, infierno fiscal y económico al que ha
convertido Navarra para sus empresas. 

Es por lo que pedimos, que para en un futuro no tengamos que estar reclamando posibles marrones generados en esta
legislatura. Se reestructure, organice y se ponga gente en las direcciones de la CPEN y sus empresas públicas, acorde
con lo que la mayoría de la sociedad Navarra exige a un Gobierno autodenominado del cambio.

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