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Somos testigos de cómo en estos años han ido deteriorando la Sanidad Pública: nos impusieron el copago, retiraron cantidad de medicinas de la S.S, obligándonos a costearlas con nuestro propio dinero, las listas de espera aumentan, cada vez hay más desviación de servicios públicos y puestos de trabajo a lo privado…

Y en este movimiento de huelgas mucho nos tememos que salga perjudicada de nuevo. Las exigencias del Sindicato de Médicos las catalogamos como desorbitadas desde nuestra situación de personas jubiladas donde abundan pensiones de miseria. Comparando sus exigencias y nuestras pensiones, las consideramos un robo, por mucho que fuera legal, al erario público y nos preocupa que en lo que respecta a la sanidad pública tengamos al enemigo dentro de casa.

Nos alegra el descuelgue paulatino del seguimiento de esa huelga y la respuesta unitaria de los sindicatos de clase, convocando a la huelga del día 15. Quienes luchamos en nuestros tiempos por salarios dignos, apoyamos que esa lucha unitaria siga en sanidad, sobre todo en favor de los puestos fijos y de los salarios de bajas categorías.

Necesitamos de la Sanidad Pública y Universal y queremos defenderla por encima de toda clase de negocios.
Y exigimos al Gobierno que se mantenga firme en defensa de la Sanidad Pública.