Se convocan plazas de asesina/o a sueldo
La industria del armamento, en plena fase de expansión, convoca plazas de asesina/o a sueldo en Bardenas (Nafarroa) y Navantia (Cádiz). Las plazas que se ofertan en Bardenas son para labores de congozante, osea, vivir como un Borbón, renovándose el contrato con una subida salarial del cien por cien, comilonas de endivia cocina y vacaciones de crucero por el mediterráneo en las que hacerse selfies con los muetes y muetas que se ahogan en patera.
Goio Gonzalez Barandalla - Afiliado a CGT Nafarroa y miembro de Bardenas Libres
2018-ko irailak 24
En Cádiz por otro lado, el alcalde Chispi promete sacar a la gente de la droga que es muy mala, con seis mil plazas para los astilleros de Navantia, que en vuestro hambre no mandáis.
La industria del armamento, en plena fase de expansión, no precisa a la persona demandante ni cualificación ni inteligencia, que para eso están las bombas láser(1), ni másteres ni doctorados, que para eso está la clase política que les sirve en quehaceres de otro nivel, geoestratégico, que ahí sí que se precisan másteres, doctorados y mucha cara dura.
La industria del armamento, en plena fase de expansión, apuesta por Bardenas como laboratorio de pruebas para las bombas que se pondrán a la venta. No importa a quién: si al tirapichón de la feria o al jeque saudí pues, desde la foto de las Azores, las ventas de armas se disparan: cierra la Súper Pop y se abren armerías. El barco de Chanquete ahora luce cañones. Chanquete a muerto. Felipe, ¡Chanquete a muerto, como la madre de Bambi!
La industria del armamento, en plena fase de expansión, apuesta por Navantia para la construcción de cinco corbetas y un cateto a babor de regalo, con destino al bloqueo por mar de la castigada población yemení, suplicando Cádiz al pan como justificación moral, que si bien no es plato fácil, «tal elección atenta al derecho a morir en nuestra propia cama», como decía el aspirante a verdugo en la película de Berlanga con el piso del patronato en juego, a lo que su suegro le replicaba: «pero al existir la pena de muerte, alguien tendrá que aplicarla». O abolirla. O al menos no ser cómplices pues «Las convicciones políticas son decisivas a la hora de aceptar un trabajo», eso que decía uno de los personajes de otra película, Clerks, cuando debatían sobre la participación de personas civiles en la construcción de la estrella de la muerte en otro largometraje: El imperio contraataca.
Querido alcalde Chispi, tú que eres de izquierdas: ¿acaso no es mejor exigir a la banca armada los 61.000 millones de euros perdidos del rescate público para crear empleo decente en lugar de mendigar a los terroristas saudíes? Queridos hermanos del Monasterio de la Oliva, vosotros que sois cristianos: ¿con la técnica tan depurada que tenéis para multiplicar panes amén de peces, para qué pedís más? Hasta que el saco se rompa. Crimen de lesa humanidad simple doloso.
(1) Bombas a las que se les atribuyen niveles de inteligencia emocional