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Antes de todo, hay que tener en cuenta que: estamos prestando un servicio

público; el Correo iguala a todas las personas, independientemente del ámbito

territorial en el que se desempeñe; Correos y Telégrafos S.A. es el operador

designado por el Estado para prestar este servicio y lo debe hacer dentro de unos

parámetros establecidos en la Ley Ley 43/2010, de 30 de diciembre que en su artículo

24 recoge:”Las entregas se practicarán, al menos, todos los días laborables, de lunes a

viernes, salvo en el caso de concurrir circunstancias o condiciones geográficas

especiales”.

Correos y Telégrafos S.A., en su cuenta de resultados del año 2013 reconoció

tener unos beneficios de 50 millones de euros. En 2014 estos beneficios alcanzaron

los 196 millones de euros, casi 4 veces más. Sin embargo, la realidad que estamos

viviendo en esta empresa es la de un recorte de personal importante, tan importante

que va siendo habitual no poder terminar el reparto diario.

Hace unos años, justamente en verano, la empresa puso en práctica un

experimento que consistía en contratar a menos personas de las que estábamos de

vacaciones y recargar a toda la plantilla con el trabajo correspondiente a esas

secciones que no se cubrían (una sección es la zona que reparte una cartera). Según la

dirección, esto estaba justificado por el descenso de tráfico postal que hay en verano.

Lo cierto es que estos experimentos vinieron para quedarse y los recargos, que es

como llamamos a las secciones que no se cubren con personal contratado, son una

realidad que tenemos durante todo el año, lo que conlleva que sistemáticamente se

repartan determinadas zonas a días alternos, algo de lo que somos testigos y

protagonistas.

Este verano, se da una vuelta más a esta situación insostenible, y las secciones

que se van a recargar rondan el 25% de las secciones existentes. Las

instrucciones que se nos han dado es que un día se saca a reparto la mitad de estas

secciones, y al otro día, la otra mitad. Es decir, la empresa asume que deja a una parte

del vecindario y empresas sin el reparto diario al que está obligada. Hay que añadir

que debido al recargo que padecemos, tampoco vamos a poder repartir lo propio de

nuestras secciones al día.

Es escandaloso que una empresa con beneficios millonarios desatienda de una

forma tan flagrante sus obligaciones. Las consecuencias las sufrimos trabajadoras y

usuarios: nosotras, porque estamos sometidas a un nivel de estrés sostenido en el

tiempo que mina nuestra salud y nuestras condiciones de vida; los usuarios, porque

sufren el deterioro de un servicio al que tienen derecho.

Las trabajadoras y trabajadores de la Unidad de Reparto 1 de Pamplona, que

abarca San Jorge, Bustintxuri, Rotxapea, Ansoain, Berriozar, San Juan, Artica, Nuevo

Artica y los Polígonos Industriales de Landaben, Agustinos, Ansoain, Artica y

Berriainz, por medio de la presente denunciamos esta situación y exigimos que se

procuren los medios humanos necesarios para que se preste el servicio con los

parámetros que la normativa establece para garantizar la calidad que las usuarias y

usuarios, que son quienes al fin y al cabo están pagando, se merecen.

Juan María Izquierdo Alzuyet, Cesar Martinez de Lizarrondo jimenez, Rocío Romero Carro, Amaia Bollar Alaskibar, Maria Asunción Gómez Viniegra, Francisco Javier Artola, Benito Cilveti Jimeno, Margarita Aranalde Zabalo, Juan Lasa Azcárate, Carlos Pascual Ruiz, Jesús María Amador, María Ascensión Piñeiro Errea, Helena Sola Beorlegui, Raquel Zunzarren San Martín, Jaunkago Sanchez Perez, Alicia Vidaurre Azanza, Pedro Luis Gros, Carlos Zozaya Elduayen, Javier Esparza Asiain Jimenez, Arantza Núñez Rodriguez, Raquel Fernández Baigorrotegui y Nuria Coma i Lopez.