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Sin embargo, esa afirmación tiene un paralelismo casi perfecto con la película de 2001
“En tierra de nadie”. En ella, serbios y bosnios piden ayuda a las fuerzas de la ONU
para rescatar a tres soldados atrapados entre los dos frentes, uno de ellos tumbado sobre
una mina antipersona. Al final de la película, el coronel de la ONU implicado menciona
“Estoy muy contento con este asunto”. En realidad, de los tres soldados que iban a
rescatar, dos están muertos y el tercero sigue sobre la mina, pero tras hacer un paripé
han conseguido dar una imagen de efectividad y mantener a la prensa lejos del
escándalo de su bochornosa actuación. 

De modo semejante, en el pasado proceso opositor hay una enorme proporción de
aspirantes que no es que no hayan obtenido plaza, es que se les ha colgado la etiqueta de
“no aptos”. Si a un interino que lleva años trabajando de profesor le asignas un 3 cuando
valoras su aptitud para desempeñar el cargo, no le estás diciendo que hay otro mejor: le
estás diciendo que no da la talla, que es una cosa muy diferente, lo estás matando
profesionalmente. 

En cuanto a los aspirantes que han obtenido plaza, realmente es como si estuvieran
sobre una mina, sabedores de que hay varios procesos fundamentados que piden la
anulación de toda la convocatoria de oposiciones (debido a las muchas irregularidades
cometidas) y que todo podría saltar por los aires. 

Pero eso sí, se pueden colgar la medalla de que han hecho las primeras oposiciones en 8
años, que han ofertado muchas plazas (aunque hayan quedado desiertas una parte de
ellas), obviando todos los detalles escabrosos del tema y haciendo como si esto fuera un
episodio del equipo A, en que los tiroteos y las explosiones nunca causan heridos.