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La elaboración de esta nueva oferta no ha contado en ningún momento con la participación ni de direcciones, ni equipos educativos, ni comisiones de personal. Tampoco con ningún estudio o proyecto lingüístico que respalde su validez pedagógica. Por ello, consideramos que carece del rigor que un cambio de esta envergadura necesita, máxime teniendo en cuenta las implicaciones que puede tener en el trabajo que se lleva a diario en las aulas, y que puede comprometer el Proyecto Pedagógico en el que llevamos años trabajando conjuntamente todos los profesionales del Organismo.

A dichas implicaciones pedagógicas se añaden las que pueden afectar a nivel organizativo y laboral. Por un lado, con respecto a la primera cuestión, ¿es viable desarrollar un modelo lingüístico mixto sin llevar a cabo cambios estructurales y espaciales? ¿Contamos con el suficiente tiempo para que esas adecuaciones espaciales estén listas al inicio del nuevo curso? Por otro lado, parecen no ser conscientes de las consecuencias y dificultades que pueden originar a nivel laboral. Esta nueva oferta requiere de educadoras con doble titulación, C1 euskera y B1 de inglés, y a día de hoy las listas de sustitución están prácticamente agotadas, ¿cómo se van a proveer esos puestos? ¿En qué situación se queda el personal de las escuelas en las que se van a dar los cambios?

Creemos que el Ayuntamiento se confunde en esta propuesta. A nuestro entender, la calidad de la Escuelas Infantiles de Pamplona no se debe valorar en base a modelos lingüísticos sino en base a la forma respetuosa de entender a la Infancia, la cual ponemos en práctica día a día en las escuelas, y que requiere por parte de los equipos educativos mucha formación, sensibilidad, implicación y dedicación personal, trabajo en equipo, evaluación continua y comunicación constante con las familias. Tenemos serias dudas sobre la idoneidad de la enseñanza de una lengua extranjera en edades tan tempranas en las escuelas en euskara, porque siendo el euskera una lengua en proceso de normalización en el contexto escolar todavía necesita del modelo de inmersión para garantizar un aprendizaje de calidad.

Por todo esto, exigimos por una parte, que se paralice esta propuesta para diseñar un plan de oferta lingüística para las Escuelas de Infantiles de Pamplona que no responda meramente a intereses políticos y que mantenga la calidad del servicio que llevamos desarrollando durante los últimos 40 años. Por otra parte, volvemos a reivindicar que la gestión del 0-3 se integre en el Departamento de Educación y no siga siendo moneda de cambio, y que todos los niños y niñas y sus familias tengan los mismos derechos en toda Navarra.

Pedimos por lo tanto a los grupos políticos que se sienten y abran un periodo de debate para poder diseñar entre todos los agentes implicados, incluidas direcciones, equipos educativos de las escuelas, comisiones de personal…un plan que responda lo mejor posible a las necesidades y derechos de toda la sociedad de Pamplona.