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Las mujeres mayores también nos vemos afectadas por estas violencias y desigualdades que muchas veces terminan en asesinato.

Son el resultado de unas relaciones insanas dentro del hogar mantenidas durante años, por miedo al maltratador o a perder el sustento de sus hijos. Son relaciones basadas en insultos, amenazas, control del dinero y de las relaciones de amistad por parte del maltratador. Son violencias que se agudizan en la vejez, cuando más cuidados se necesitan, y frecuentemente se viven en silencio, con indiferencia y abandono del entorno cercano.

También son el resultado del papel secundario que se asigna a las mujeres en el sistema socio político y económico en el que vivimos, donde su actividad está peor valorada que la de los hombres.

Se asigna a las mujeres el trabajo de cuidados, gratuito dentro del hogar y mal pagado por cuenta ajena. Abundan los empleos y salarios precarios, con bajas o nulas cotizaciones. Tenemos que suplir la falta de servicios de conciliación con permisos y excedencias laborales. Todo ello conduce a la precariedad de las pensiones, lo cual impide a muchas mujeres llegar a fin de mes.

Las mujeres queremos construir unas relaciones de pareja basadas en la libertad, la confianza y el respeto mutuo, y esperamos la empatía y compromiso de los hombres para lograrlo. También queremos autonomía económica. Por eso demandamos oportunidades de empleo y salarios justos para todas, superar la brecha de género en salarios y pensiones, el 100% de la pensión de viudedad y una pensión mínima de 1.080€.

No obstante, sabemos que la superación de la violencia contra las mujeres requiere el compromiso de toda la sociedad. Por eso, pedimos con firmeza unas políticas públicas eficaces con implicación de sectores como la educación, los servicios sociosanitarios, la judicatura, etc., que trabajen con fuerza para su erradicación.

El día 25 los hombres y mujeres pensionistas estaremos en las manifestaciones a favor de la erradicación de la violencia machista, convocadas en pueblos y ciudades de Euskal Herria.