“El Culebrete” no puede tratar los resíduos de Gipuzkoa

El preacuerdo entre la Mancomunidad de Residuos de la Ribera (MRR) y el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) para tratar 75.000 Tn/año en las instalaciones de “El Culebrete“ ha nacido muerto. Ni administrativa ni técnicamente es posible.

Compañía de las 3 Erres (Reducir, Reutilizar, Reciclar)

2016-ko azaroak 15

La Autorización Ambiental Integrada (AAI) otorgada por el Gobierno de Navarra, autoriza el

funcionamiento de la Planta de “El Culebrete” para una capacidad máxima de tratamiento

de la fracción “Resto” de 50.000 Tn/año y una capacidad máxima para el tratamiento de

biometanización de 25.000 Tn/año. 

Según el balance del año 2015, han entrado en la planta 67.777 Tn de la fracción “Resto” y

en el digestor para su biometanización han entrado 31.726 Tn, cifras todas ellas superiores

al máximo autorizado. 

Con la entrada de 75.000 Tn/año de la fracción “Resto” de Gipuzkoa, pasaríamos a tratar

en el año 2017 aproximadamente 143.000 Tn, es decir, casi el triple del máximo autorizado. 

De acuerdo con el Decreto Foral 93/2006 por el que se desarrolla el Reglamento de la Ley

Foral de Intervención para la Protección Ambiental, nos encontramos ante una modificación

sustancial de la actividad lo cual obliga a realizar una nueva Autorización Ambiental

Integrada (artículos 24 y 25). Tramitación administrativa larga, especialmente si, como es

evidente tras la auditoría realizada por Paymacotas y conocida en 2015, la planta tiene

graves problemas de funcionamiento y no se garantiza un cumplimiento adecuado de las

condiciones establecidas en la actual AAI, según el Servicio de Calidad Ambiental del

Gobierno de Navarra. 

Técnicamente es imposible que en las instalaciones actuales puedan tratarse semejantes

cantidades de residuos de la fracción resto. La planta de biometanización ha sido diseñada

para un máximo de 25.000 Tn/año con un tiempo de residencia de 14 días para cada

partida digerida, según nos dijeron en la visita efectuada a Tudela por los miembros de la

Comisión de Seguimiento del Plan Integrado de Gestión de Residuos de Navarra. Tiempo

de residencia corto y demasiado ajustado para evitar problemas de acidificación. Por eso

es sospechoso que en la Auditoría realizada por Paymacotas a solicitud del Consorcio de

Residuos de Navarra, detectaran que desaparecía el 38,5% de los biorresiduos, es decir

necesitaban tirar directamente gran parte de los residuos directamente al vertedero para

que no se les colapsara el digestor. 

Por otra parte, el porcentaje de preparación para el reciclado total de la Planta es del

15,96%, suma de 0,4% de ropa, 3,8% de vidrio, 3,76% de envases y 8% de papel, cifra

muy alejada de la obligación de reciclar el 50% para el año 2020, de acuerdo al Plan de

Residuos de Navarra. 

Para el Gobierno de Navarra y su Plan de Residuos 2017-2030 (PRN), aceptar como

normal la importación desde Gipuzkoa (o de cualquier otro sitio) de 75.000 Tn/año de

residuos de la fracción “Resto” es un contrasentido que puede hundir dicho Plan. Sería

igual que aceptar como normal la “no selección” en origen (nuestros domicilios, comercios,

etc.) de los residuos; el “no intentar” el 100% de separación de los biorresiduos; el seguir

funcionando con una fracción “Resto” gigantesca e insostenible; continuar con la política de

grandes y centralizadas instalaciones de tratamiento; enormes gastos en transporte a las

mismas boicoteando el principio de proximidad entre generación del residuo y su

tratamiento. Sería renegar de los principios de Prevención Reutilización y Reciclaje. Sería

igual que favorecer más “Culebretes” y más “incineradoras tipo Zubieta”, todo lo contrario

de lo que el PRN propone como principios y objetivos estratégicos para la gestión y el

tratamiento de nuestros residuos. 

Es sintomático que GHK y MRR hayan llegado a un preacuerdo como ese. Quizá

comparten una concepción obsoleta y nada conforme a las actuales Directivas Europeas

sobre residuos. La recogida selectiva de materia orgánica desplegada por la MRR en los

años 2014 y 2015 da unos resultados sorprendentes: 105 Tn recogidas selectivamente en

2015, frente a las 16.429 Tn de materia orgánica producidas ese mismo año. Equivalen a

un 0.63% del total de los biorresiduos generados. Cifra despreciable si hemos de llegar al

“obligatorio” 50% para el año 2020 y un boicot a la sostenibilidad de los recursos. 

Si la Mancomunidad de Residuos de la Ribera, el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa, el

Gobierno de Navarra y la Diputación de Gipuzkoa quieren colaborar y ayudarse en la

solución del problema de los residuos, que lo hagan, pero pensando en medidas acordes

con la mejora de la calidad de vida de las respectivas poblaciones, no para favorecer a

instituciones que se han enfangado con grandes infraestructuras promovidas por

multinacionales y financieras para su beneficio privado. Y que lo hagan cumpliendo a

rajatabla las Leyes y Directivas medioambientales y de residuos.

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