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Muchos de los avances de estos pueblos indígenas se produjeron hasta el año 2017 mediante decididas políticas de igualdad y redistribución llevadas a cabo por el presidente Rafael Correa. Otros derechos fueron conquistados con posterioridad, gracias a su gran capacidad de movilización, como sucedió con el levantamiento indígena del año 2019 que consiguió que el presidente Lenin Moreno terminara por retirar la desproporcionada subida de los carburantes establecida en el decreto 883.

Sin embargo, y a pesar de su resistencia histórica a todo tipo de genocidio, a día de hoy la población indígena sigue siendo un sector maltratado y explotado, considerados ciudadanos de segunda. Situación que se ha visto agravada tras la llegada al poder de gobiernos neoliberales como el de Lenin Moreno en 2017 y a partir del año 2021 con Guillermo Lasso.

En la actualidad, el nivel de pobreza de las zonas urbanas es del 20,8%, mientras que la pobreza en el área rural asciende hasta el 42,4%; siendo la pobreza extrema en el área urbana del 5,9%, mientras que en la rurales es ya del 20,3%.

800.000 personas no saben leer ni escribir y están abocadas a la exclusión; siendo este porcentaje de analfabetismo aún mayor entre la población indígena.

Por esta razón, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador CONAIE inició el 12 de junio un paro nacional, al que se han sumado estudiantes, trabajadores y demás sectores descontentos con las políticas austericidas impulsadas por el FMI, solicitando a Lasso las siguientes reivindicaciones:

1) Reducción del precio de los combustibles, dado que en determinadas comunidades amazónicas no pueden ni coger la barca colectiva para ir a un centro médico, por no poder pagar el pasaje.

2) Moratoria de las deudas y reducción de las tasas de interés. A nadie se le escapa que desde la llegada al poder de un banquero, se ha boicoteado todo proceso de economía social, como las cooperativas de ahorro y crédito.
3) El pago de un precio justo a los productos del campo.

4) Políticas públicas para frenar la precariedad laboral.

5) Establecer la moratoria minera para las más de 205 concesiones hidrocarburíferas de gran impacto ambiental y escasa repercusión local.

6) Respeto de derechos colectivos como la educación intercultural bilingüe,o el derecho de autodeterminación de los pueblos indígenas.

7) Paralización de las privatizaciones de empresas públicas estratégicas.

8) Control de los precios para frenar la especulación.

9) Reabastecimiento de medicinas y personal sanitario en hospitales y centros de salud.

10) Políticas públicas contra el crimen organizado.

Todas ellas legítimas reivindicaciones que contribuirían al bien común. Sin embargo, en lugar de diálogo, la ciudadanía movilizada está siendo brutalmente reprimida. Pese a la censura de los medios de comunicación, ya no puede ocultarse la sangre vertida en las protestas. Decenas de personas asesinadas, centenares de detenidas, heridas y desaparecidas en un contexto de máxima tensión han llevado a escribir la última petición del decálogo de reivindicaciones:

El banquero Lasso, acusado de tener al menos catorce sociedades en paraísos fiscales, debe dimitir.

Por todo ello, desde Navarra queremos expresar nuestro apoyo y solidaridad con el pueblo ecuatoriano en lucha y sumarnos a ese clamor popular que exige a Lasso el cese inmediato de la violencia y su inmediata dimisión. Asimismo, denunciamos el cinismo de partidos como Navarra Suma y PSN, que con su voto en contra impidieron que en el Parlamento de Navarra saliera adelante una declaración institucional de denuncia de la violación de derechos humanos que el gobierno de Lasso está llevando a cabo contra el pueblo ecuatoriano.

Para ello, COMPARTIENDO RAÍCES y AHORA NAVARRA-NAFARROA ORAIN BAI, os esperamos el domingo 3 de julio a las 12 del mediodía en la Plaza del Castillo, junto a la estatua de Carlos III, de Pamplona-Iruñea.

ECUADOR ¡¡RESISTE!!