Un monolito a Karmele Solaguren

Más de 600 personas se han dado cita en el Auditorio de Barañain "para dar un primer paso de la memoria al reconocimiento" de las víctimas de la dispersión. En el acto, la plataforma Karmele Gogoan ha lanzado la propuesta de colocar en la localidad un monolito que reconozca a Karmele Solaguren como víctima de la política penitenciaria.

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Comienza así una iniciativa cuyo objetivo es sumar personas de diferentes ámbitos y que buscará el compromiso de diferentes organismos e instituciones para iniciar el reconocimiento a las víctimas de la dispersión, con la colocación de un monolito que recoja explícitamente que Karmele Solaguren Goikoetxea murió a consecuencia de esta política penitenciaria.

“Queremos que se interiorice el reconocimiento, -también el de las muertes a causa de la dispersión- como un ejercicio que sana heridas y previene de futuros males. Reconocer algo significa aceptar lo que pasó, por qué pasó y aprender de ello para que no vuelva a suceder. Hoy, reconocer la causa que acabó con la vida de Karmele y de otras quince personas es la manera más eficaz de trabajar el futuro sin más vulneraciones de derechos”, señalan desde la plataforma.

“Reconocer es tarea imprescindible de las personas que vivimos en este tiempo, para que las que están por venir recuerden lo sucedido y no se vuelva a repetir. Reconocer no es tarea solamente de las instituciones, sino de toda la sociedad. Este pueblo ha sufrido y sufre mucho y se merece otro futuro”. Así, aseguran que la muerte de Karmele “no caerá en el olvido, ni pasará como un mero suceso. Queremos que el pueblo conozca lo que sucedió”.

Un emotivo acto

El acto de esta tarde ha comenzado con un repaso histórico desde 1981 hasta 2003, año en el que Ekain Guerra, hjio de Karmele Solaguren, fue detenido y dispersado. A lo largo del mismo, los actores Imanol Sucino, Oier Zúñiga y Javier Esteban han interpretado momentos en los que se hablaba del vacío, de las reflexiones que hacía alguien que no estaba sensibilizado con la problemática de la dispersión, así como de los sentimientos de Ekain mientras estaba preso.

Han participado también varios grupos de música de Barañain, como Arkada, que ha interpretado una canción de Kortatu, y Afu, que ha tocado una canción compuesta para Karmele Solaguren.

El vacío

Nestor Salaberria ha acompañado con el chelo un texto que hablaba sobre el vacío: “Con el paso del tiempo puede que no recordemos exactamente su forma, tal vez dudemos si el color de sus ojos era azul, verde miel o marrón. O tal vez recordemos aquello que alguna vez nos dijo pero no podamos recordar el tono de su voz”.

Los expresos Iñaki Urdiain y Garbiñe Urra han contado sus experiencias en prisión, y también han intervenido las madres de otros expresos de la localidad, Rosa Martin y María Ángeles Etayo.

Una coreografía contemporánea de Josune Castellot, preparada para la ocasión, ha representado el momento de la muerte de Karmele. Y un aurresku cantado a tres voces y a capella ha sido el momento de homenaje a las 16 víctimas de la dispersión. Al final se ha anunciado la nueva iniciativa que tiene como objetivo la colocación del monolito, momento en que han subido al escenario todas las personas participantes en el acto, acompañadas de José Luis Guerra, marido de la fallecida.

En todo momento, una silueta de grandes dimensiones ha representado el vacío que ha dejado Karmele en la localidad. A su alrededor, once huecos más representaban los años que han pasado desde su muerte. Esto es, los años que ha pasado sin ser reconocida como víctima de la dispersión.

Acudieron al acto Joseba Asiron, alcalde de Iruñea, y Ohianeder Indakoetxea, alcaldesa de Barañain, así como varias parlamentarias y cargos institucionales.

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