Sustrai pide al Gobierno debate sobre el Canal de Navarra

Asegura que la decisión de hacer un canal soterrado no es la única alternativa y que el Pantano de Itoiz y su Canal de Navarra "han demostrado ser una obra económicamente ruinosa".

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El pasado jueves el Gobierno de Navarra, con el Consejero de Desarrollo Económico y la Consejera de Agricultura y Medio ambiente al frente, realizaron un anuncio sobre la extensión del Canal de Navarra hacia la Ribera. Informaban así de que se habían analizado las alternativas posibles y que de dicho análisis se desprendía que la mejor forma de abastecer de agua de boca y riego a la Ribera es mediante tuberías enterradas para conseguir un coste más económico y un impacto ambiental menor.

El Gobierno ha tomado esta decisión en base a sendos informes de las empresas públicas NILSA (encargada de la gestión del agua urbana, por lo que su informe se centra en las posibilidades de abastecimiento de agua de boca) e INTIA (dedicada a temas agrícolas, de modo que su informe analiza las alternativas de agua para regadío).

El Gobierno presentará la propuesta a las entidades locales y regantes incluidos en el ámbito del estudio y  serán estas entidades las únicas que podrán opinar sobre el particular, y no el resto de navarros y navarras, según denuncia Sustrai, que también critica que “no se han analizado adecuadamente las posibilidades” alternativas, pese a que en que en el informe de NILSA se citan 6 alternativas de abastecimiento de agua, las cuales no se han hecho públicas.

Sustrai aboga por un debate “adecuado” en torno a las alternativas y cree que el Gobierno de Navarra “todavía está a tiempo de corregirlo”.

Canasa, en quiebra

Sustrai no ha querido dejar pasar un aspecto importante, y es que CANASA, la compañía que gestiona y cobra por el agua del Canal, se encuentra “económicamente quebrada”. “La única solución que se ve factible para sacarla a flote es conseguirle más clientes. Ese fue el único empeño de la Ampliación de la 1º Fase, ahora en obras, y ese parece ser también el empeño actual de “revivir” la 2º Fase. Es decir, el Pantano de Itoiz y su Canal de Navarra han demostrado ser una obra económicamente ruinosa”.

Sustrai insiste en que el Gobierno debería de informar con todos los datos posibles, con números y cuentas claras, para que el debate pudiera ser el adecuado. “No hablamos de agua, hablamos de dinero”.

Sustrai también alerta sobre las afecciones que este Canal podría tener en las zonas de gran vida vegetal y animal existente en los regadíos actuales de la Ribera, que podrían desaparecer en el futuro si se realiza esta obra, aseguran.

“El bien preciado del que hacen gala, con razón, las huertas de la Ribera, podría desaparecer si se llega a realizar la obra que se vislumbra en este estudio de alternativas”, dice Sustrai, que pide al Gobierno de Navarra que “realice políticas diferentes a las que otros Gobiernos anteriores” afrontando los problemas y retos “con valentía y presente otras políticas y otras formas”.

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