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El jueves vaciamos los centros de trabajo para tomar la calle a favor de un trabajo, pensión y vida digna. Y conseguimos establecer un hito. En los estados democráticos estos ejercicios son absolutamente normales, saludables para profundizar en la democracia y en los derechos de todos y todas, y así lo expresamos masivamente pensionistas, feministas, jóvenes, personas migrantes, anti-racistas y clase trabajadora en general.

Por el contrario, desde la mañana y hasta el final del día, la Policía Foral, la Guardia Civil y la Policía Nacional española realizaron un ejercicio contrario a la democracia y el cambio social, actuando en todo momento como contra-piquete de la patronal. Queremos denunciar la violencia ejercida contra trabajadoras y jóvenes. Las diferentes policías vulneraron el derecho de huelga. Este sistema capitalista nos cercena el derecho a tener un trabajo digno, y cuando nos movilizamos contra él, nos golpea y nos detiene violando nuestros derechos. ¡Es inaceptable!

Por la tarde, la iniciativa popular, imaginativa y pacífica que pretendía cuestionar el consumismo capitalista y la precariedad laboral, fue reventada por policías forales, guardia civiles y policías nacionales españoles a través de su violencia. Cabe destacar, por su gravedad, el acoso a los jóvenes y la agresión a un conductor por parte de la Guardia Civil puesto que le roció gas pimienta en la cara mientras conducía su vehículo, poniendo en peligro su integridad personal y la de todos los demás que le rodeaban.

Por ello, queremos mostrar nuestra solidaridad a todas las personas que durante la jornada fueron objeto de las agresiones policiales -golpes, multas, identificaciones, momentos de tensión…-, así como a todos los detenidos. Exigimos asimismo el archivo de todos los procedimientos judiciales contra ellos.

Los gobiernos, la patronal y la policía no nos van a negar nuestro derecho a un trabajo, una pensión y una vida digna. Seguiremos movilizándonos como hasta ahora, hasta conseguir lo que es nuestro. ¡Con ilusión y determinación!

ELA denuncia la represión desproporcionada contra los huelguistas del 30 de enero
La jornada de huelga transcurrió con normalidad y apenas se produjeron incidentes. Sin embargo, a lo largo de la jornada se sucedieron actuaciones desproporcionadas por parte de las fuerzas policiales. Por eso, el sindicato se solidariza con las personas heridas y detenidas.

ELA considera que una de las claves de la enorme movilización que se produjo el pasado jueves fue su carácter pacífico. Por eso el sindicato se reafirma en su apuesta por los actos participativos, pacíficos, inclusivos e imaginativos, y no respalda actos e iniciativas que no respondan a esas características.