Sare pide descargar las mochilas de los y las 113 niñas afectadas por la dispersión

La red ciudadana en defensa de los derechos de las personas presas y exiliadas ha comparecido junto a una representación de hijos e hijas de represaliadas para denunciar las consecuencias de la política penitenciaria en los menores de edad, que ha vuelto a quedar en evidente crueldad tras la muerte del preso Kepa Del Hoyo.

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Hace poco más de un mes, en una comparecencia pública, Sare manifestó su voluntad de sacar a la luz la situación de las hijas e hijos de presos y presas vascas, y eso es lo que hoy ha hecho con una amplia representación de los y las 113 113 niñas, niños y adolescentes menores de 18 años cuyo padre, madre, o ambos están en prisión.

En una rueda de prensa ofrecida una semana después del fallecimiento en prisión del preso político Kepa Del Hoyo, un grupo de jóvenes y niños han arropado a su hijo Peru, quien ha vuelto a comparecer públicamente para lamentar que “nos han robado la infancia, y nos han matado nuestros sueños de ver al aita salir a la calle”.


Sare ha recordado que Peru Del Hoyo “ha sido toda su vida un niño con mochila”. Tenía mes y medio de vida cuando detuvieron a su padre, y, desde entonces, ha tenido que recorrer miles y miles de kilómetros por España, con la mochila a la espalda, de cárcel en cárcel. Él mismo dijo hace un año: “Con todos los kilómetros que llevo hechos yendo y viniendo a Badajoz, habría dado la vuelta al mundo más de veinte veces”.

Olatz Iglesias, hija de represaliados políticos vascos, ha tomado la palabra para explicar que cualquiera de ellas podría haber sido Peru “o puede serlo de aquí en adelante si no cambia la situación actual”, ha recordado. Le han querido dar todo su apoyo y le han asegurado que cuenta con la comprensión de la sociedad vasca.


“El padre de Peru no murió sin más, lo mató este inhumano sistema penitenciario. A quienes estamos aquí, y a tantas personas jóvenes en nuestras mismas circunstancias, nos han robado la infancia. En vez de estar jugando, corriendo por los parques, hemos pasado larguísimas horas amarradas al asiento de un autobús, un coche, una furgoneta… durante incontables fines de semana. No hemos podido participar en actividades deportivas de fin de semana, ni en las fiestas de cumpleaños de amigas y amigos porque teníamos que pasar todos esos días fuera de casa. En los veinte años que Peru ha tenido a su padre en la cárcel, sólo ha podido estar con él el tiempo equivalente a 19 días” a dicho Iglesias.

“Hemos necesitado a nuestra ama o aita cerca, a nuestro lado, y nos han negado ese derecho. ¡Nos quieren huérfanas, huérfanos! Como nosotras, Peru soñaba con tener a su aita en casa, pero este sistema penitenciario le ha destrozado ese sueño para siempre”, ha denunciado Olatz Iglesias, quien ha pedido que no se les “robe la infancia” a “los niños y niñas de la mochila”, que necesitan “a sus madres y padres vivos y en casa, ahora, no de aquí a 20, 30 o 40 años”.


Sare pide resolución y una paz real

En nombre de Sare, Ohiana Mujika ha exigido “acabar con todas estas políticas de excepción y vulneraciones de derechos humanos” para lograr “una resolución y una paz reales”.

“Es necesario un cambio en la actitud de los gobiernos de Madrid y País. Así pues, apelamos de nuevo a la sociedad vasca a que esté activa, para que nadie tenga que pasar otra vez por estas situaciones. Ciudadanas y ciudadanos tenemos que ser parte activa de la solución a la situación penitenciaria. Hay que demostrar una y otra vez que aquí deseamos construir una sociedad basada en el respeto y la convivencia, una sociedad en la que no se eduque en el odio, y para eso deben ser respetados los derechos de las personas presas y hay que dar pasos en dirección a la resolución”, ha dicho Mujika.

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