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Las fotografías e imágenes de los altercados durante la procesión de San Fermin el 7 de julio del pasado año en las que aparecían personas, al parecer, increpando a ediles de la derecha navarra, fueron suficientes para imponer cuantiosas multas e incluso para imputar delitos graves que a día de hoy están siendo investigados en los juzgados de la Audiencia Provincial de Iruñea. Si la justicia fuera igual para todos, quizás hoy Sanchez de Munian, el alto cargo de UPN que acompaña a Javier Esparza en listas al Parlamento, también estaría imputado.

Por lo ocurrido el 7 de julio del pasado año en la Curia, en total, 10 personas recibieron sanciones económicas por valor de 120.000€. Todas decidieron pagarlas para así ahorrarse el 50% de la multa renunciando a recurrir la sanción, a pesar de que negaban haber agredido a los concejales o haber provocado desórdenes de ningún tipo. En su contra, un informe de Policía Municipal que contenía fotografías en las que se les veía gritar o levantar sus brazos durante un acto multitudinario en una estrecha calle de Alde Zaharra. Suficiente para acabar pagando 6.000€.

Ahora también se ha sabido que las 8 las personas que están inmersas en el procedimiento penal y a las que se les acusa de delitos de odio, desórdenes públicos, atentado a la autoridad y lesiones, han sido también sancionadas con 12.000€ por vía administrativa, aunque estas multas quedan en suspenso hasta que se conozca el devenir del proceso judicial.

Sanchez de Munian, en primera fila
La perspectiva de una fotografía, la imagen que capta una cámara en un instante determinado, puede dar lugar a malas interpretaciones. Seguro que es lo que ha pensado Juan Luis Sanchez de Munian, el candidato al Parlamento Foral por UPN, al ver la foto que ilustra esta noticia. “¡Es fake!”, habrá bramado. Ahotsa.info, sin embargo, no ha dicho que el regionalista hubiera tratado de agredir o insultar a los candidatos de EH Bildu, a pesar de que viendo la foto parece que lo intenta. Ni siquiera hemos tratado de descifrar lo que allí ocurría. Simplemente describimos lo que la imagen nos muestra: un político en activo de la derecha navarra, evidentemente exaltado, sobrepasando el cordón policial puño en alto hacia varios ediles, entre ellos el líder de la oposición, Joseba Asirón.

Ese mismo momento, visto desde otra perspectiva, podría dar a entender que Sanchez de Muniain trataba de agredir a Asirón, aunque esto no es cierto; o que está realizando el saludo nazi al paso de los ediles abertzales. Suponemos que esto tampoco es cierto. La importancia de no aislar fotografías puntuales del contexto.

Las otras fotos que sí acaban en multa y los vídeos que desmontan la versión oficial
Pero la Policía Municipal sí que ha utilizado otras fotografías para multar a personas presentes en la Procesión, haciendo una interpretación torticera de lo ocurrido para imputarles graves delitos y sancionarles. Por ejemplo, a la pareja que se ve en esta foto y al joven que brazo en alto pide a los agentes que les dejen en paz, se les ha sancionado, y a la pareja además se le imputan delitos penales.

Los vídeos que podrían ofrecer un contexto más claro de lo que sucedió aquel 7 de julio han servido para desmontar la versión oficial de los hechos. Una secuencia que Ahotsa.info publicó tras lo ocurrido, dejaba en evidencia que había sido un agente de Policía Municipal el que había tratado primeramente de agredir con un puñetazo a los presentes, y que posteriormente recibió un golpe que le provocó lesiones en la nariz. Al acusado de haberle propinado ese golpe lo llegaron a encarcelar y está a la espera de juicio.

Más allá de interpretaciones, lo que la foto de Sanchez de Muniain deja bien claro es que la justicia no es igual para todos: un alto cargo de UPN que participa activamente en el alboroto de la calle Curia aumentando la tensión que se respiraba, ni ha sido denunciado ni su foto ha aparecido en los medios de comunicación. Mientras, los concejales de la oposición con Joseba Asirón a la cabeza, que pedían calma para apaciguar los ánimos, fueron vilipendiados y acusados de tratar de reventar las fiestas. Y casi una veintena de personas están acusadas de desórdenes públicos, delitos de odio, agresión a la autoridad o increpar y perturbar la seguridad.