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Han pasado más de 18 años desde que el vecino de Txantrea con lazos familiares en Zaraitzu Santi Arangón fue encarcelado. “18 largos años en los que debido al alejamiento y a la dura legislación penitenciaria, el contacto con Zaraitzu y su gente poco a poco se ha ido enfriando o perdiendo. Por ello, uno de los objetivos principales de esta iniciativa era mantener y reforzar dicha relación”, remarcan desde el valle pirenaico.

Las personas que participaron en la iniciativa solidarida escucharon la carta que Santi escribió para la ocasión desde la cárcel de Logroño. En ella, rememoró sus vivencias y recuerdos de Zaraitzu y puso en valor y animó a las presentes “a seguir trabajando por un Pirineo vivo y participativo”.

Asimismo, animó también a seguir sumando fuerzas “para entre todas vaciar las cárceles y lograr un país sin presas ni exiliadas, que posibilite una verdadera convivencia”.