Pasado que quiere ser presente; cortijo UPN y la sombra Simón Santamaría

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El devenir de los acontecimientos de las últimas semanas en torno a la situación política en Pamplona nos ha llevado a hacer pública esta reflexión. Concretamente, esta misma semana, guiados por la estrategia “apocalíptica” que llevan a cabo UPN y PSN (el régimen) han solicitado la comparecencia del alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, en la comisión de presidencia, para explicar la reunión que mantuvo con nosotrxs.

En ese sentido, queremos aclarar que desde la plataforma Iruñea Askatasunez estamos llevando a cabo una dinámica en torno a la vulneración de derechos que ha sufrido la ciudadanía pamplonesa estos últimos años. En concreto, la última dinámica que estábamos desarrollando era la de dar nuestro punto de vista sobre los acontecimientos del Riau Riau del 2012 y proponer soluciones. Dentro de esa línea hemos mantenido diferentes reuniones con agentes sociales, sindicales y políticos. La valoración que hacemos de los contactos en general es muy positiva y es que más de 800 personas  y 20 agentes sociales, sindicales y políticos se han adherido al manifiesto.

Y dentro de esta ronda de contactos hemos solicitado, también, una reunión con el alcalde de Iruñea para explicarle cual es nuestro punto de vista en torno al tema. Aunque el manifiesto íntegro lo podéis encontrar en nuestra página web (www.iruñeaaskatsunez.org), estos son los principales puntos que compartimos con todos los agentes y con el alcalde Joseba Asiron:

1. En Pamplona los últimos años hemos vivido bajo un ambiente de crispación y vulneraciones de los derechos.

2. Tenemos la necesidad de dejar atrás esa situación entre todxs, con el objetivo y voluntad de crear espacios incluyentes para ese trabajo, que no dejen a nadie fuera.

3. Implicarnos en generar el ambiente y clima propicios para el entendimiento y el trabajo para construir el presente y futuro de nuestra ciudad.

4. Mostrar nuestro compromiso y hacer fuerza entre todxs, para rechazar todos los actos que puedan entorpecer que se genere ese ambiente, para dejar atrás de una vez y para siempre todas esas vulneraciones.

5. Invitar a todas las personas, colectivos y al Ayuntamiento de Pamplona a buscar puntos de encuentro y trabajar en aras de construir un nuevo modelo social y de convivencia.

6. Participar y crear dinámicas y actos en defensa de un modelo que priorice los derechos de todas las personas y el entendimiento entre diferentes.

7. En ese sentido, queremos subrayar la importancia que tiene en estos momentos, que ninguna persona sea castigada, mucho menos con la cárcel, como consecuencia de estas motivaciones políticas e ideológicas.

Estos fueron los temas que se trataron en aquella reunión, en un ambiente distendido y relajado. Por eso, y aprovechando este artículo, queremos agradecer otra vez a todas las personas, colectivos y al alcalde de Pamplona la disposición que han mostrado a la hora de buscar soluciones a los problemas que actualmente padecemos.

En cuanto a la denuncia ejercida por UPN Y PSN (el régimen) querríamos destacar lo siguiente:

Da la impresión que la estrategia y el discurso que están llevando a cabo quieren retrotraernos a los tiempos de la crispación, enfrentamiento y vulneración sistemática de derechos. Todo ello, nos hace pensar que les iba mejor en los tiempos de la bronca y el autoritarismo como eje de actuación.

Y haciendo un poco de memoria, no es de extrañar que estén añorando aquellos tiempos en los que Yolanda Barcina primero, y Enrique Maya después, impusieron en la ciudad un modelo al servicio de unos pocos y en detrimento de la mayoría. Este modelo tenía a Simón Santamaría como pilar imprescindible de la estrategia y ejecutor de la línea política en la Policía Municipal, convertida en Policía política.

Cualquier persona en esta ciudad sabe que este modelo estuvo sustentado, en la conculcación sistemática de los derechos, en la corruptela, clientelismo, autoritarismo y la represión.

Ahora vienen intentando retrotraernos, y además están intentando hacer creer a la ciudadanía, que la violencia estructural ejercida los últimos años ha sido cosa de las personas que reclamaban sus derechos. Estas personas, unas veces intentaban meter ikurriñas en la plaza, a otras se les había ocurrido hacer una rueda de prensa en la calle, salir con el Olentzero por el barrio, tocar el txistu en lo viejo o protestar frente a la corporación municipal (con Maya y Simón Santamaría a la cabeza). Estas situaciones han derivado de forcejeos y peleas entre diferentes personas (había policías de la orden de Santamaría, entre otros) como fue el caso del Riau Riau en donde solo fueron identificadas, procesadas y castigadas unas cuantas. Casualidad, el perfil detallado que hace el Diario de Navarra de todas estas personas los agrupa en una ideología concreta. Resumiendo, una encerrona y posterior caza de brujas; otra más.

Como decíamos, todo hace indicar que al Régimen le iba muy bien esa estrategia. Y en la coyuntura actual, ante cualquier intento de democratizar la situación y empezar a crear espacios para el entendimiento, ladran e intentan bloquear y desfigurar estas iniciativas. Al fin y al cabo, temen que se ponga en marcha un modelo donde la ciudadanía vea garantizados sus derechos, y a la vez, empiece a ser participe en las decisiones que hay que tomar en la ciudad. Temen, también, que ese modelo deje al descubierto los privilegios e imposiciones que han mantenido unos pocos sobre la mayoría en esta ciudad durante muchos años.

Esa es, pues, la propuesta que hace el Régimen para la ciudad en estos nuevos tiempos: la crispación y el cuanto peor, mejor. Ante esta situación, pensamos que estamos en un momento inmejorable para profundizar en esa democratización que tanto anhela la sociedad de Iruñea. Estas estrategias de crispación, vulneración sistemática y manu militari (bien conocidas en Pamplona desde el 36 hasta el 2015) son las que están en clara minoría. Por eso pensamos que la construcción de un nuevo modelo incluyente y verdaderamente democrático requiere de la participación de todxs.

Iruñea se merece mucho más que lo que hasta ahora nos han impuesto y aunque habrá que esforzarse mucho, no tenemos ninguna duda de que entre todxs lo lograremos. 

Josu Gracia y Mikel Auza – Plataforma Iruñea Askatasunez

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