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Las manifestaciones se celebrarán por la mañana. ELA será el primer sindicato en salir a la calle, a las 11.30 desde Los Caídos. La elección de este monumento al fascismo no es casual, quieren reivindicar su derribo en este Primero de Mayo marcado por el auge de los movimientos ultraderechistas. LAB a convocado a sus simpatizantes en la Plaza del Castillo bajo el lema “Langileen alde” y en Tutera a las 12.30 desde la Plaza de los Fueros. Los sindicatos minoritarios (CGT, CNT, ESK, Steilas…), apoyados por movimientos populares, se movilizarán a partir de las 12.00 desde la Plaza de Los Ajos. Por su parte, EHKS ha convocado una única marcha nacional en Bilbo, que comenzará a las 13.00 bajo el lema “Gerra inperislistari ez!”.

En este Primero de Mayo los sindicatos han querido centrar sus mensajes en la mejora de las condiciones laborales y la implementación de un salario mínimo propio para Euskal Herria. De hecho, ELA, LAB, ESK, Steilas, Hiru y Etxalde han puesto en marcha una recogida de firmas para pedir un cambio del Estatuto de los Trabajadores, para que los territorios puedan establecer un salario mínimo acorde a su realidad y que esté por encima del estatal. “Los navarros necesitamos con urgencia un salario mínimo propio, para hacer frente a la pobreza, para repartir mejor la riqueza y hacer frente a las brechas”, indican.

La pérdida del tejido industrial

Las crisis en varias de las grandes empresas de Nafarroa y las diferentes dinámicas de lucha que están llevando sus trabajadores estarán muy presentes en las manifestaciones. LAB aboga por una transición basada en tres criterios: la planificación, la intervención pública -también en la propiedad de las empresas- y la participación de los trabajadores y trabajadoras. Así mismo, critica los discursos empresariales e institucionales a favor de la industria armamentística. “La recuperación industrial de Navarra no puede basarse en el negocio de las armas, porque el militarismo supone la destrucción de la vida, la aceleración de la emergencia ecológica y los recortes sociales”.

Auge del militarismo

ELA muestra su firme oposición al proceso de militarización promovido por Europa: “La estrategia de militarización impulsada por la Comisión Europea y la OTAN es una amenaza para la paz, la democracia y los derechos sociales. Las principales potencias defienden los intereses de sus grandes empresas, utilizando la amenaza de guerra para controlar recursos naturales, económicos y comerciales”. En este sentido, ELA subraya que la guerra es una consecuencia del sistema capitalista, al que hay que oponerse necesariamente para defender la paz y el respeto a los pueblos.

Los sindicatos CGT, ESK, Steilas, Solidari y CNT han llevado la denuncia del militarismo al cartel de la convocatoria. En ellos se puede ver los tanques que los países europeos apuestan por comprar, y contraponen los derechos de la clase trabajadora frente a los de la industria militar.