Las 7 claves que desmontan el montaje policial en Altsasu en la antesala del juicio
Ahotsa.info recopiló en un artículo publicado días después de la trifulca en un bar de Altsasu las principales claves que desmontaban la versión oficial sobre el supuesto linchamiento del que habrían sido víctimas dos guardias civiles y sus acompañantes en octubre del 2016. Claves sustentadas en los informes policiales y en los partes médicos y que echaban por tierra lo publicado en la mayoría de los medios de comunicación españoles.
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No había pasado más de una semana desde la trifulca de Altsasu y a pesar de lo que publicaban con grandes dósis sensacionalistas la mayoría de los medios de comunicación en el Estado y muchos de los medios navarros, las dudas sobre la versión oficial comenzaban a extenderse. Las informaciones de periódicos, radios y televisiones encaminadas a criminalizar al pueblo de Altsasu y avalar una gran redada policial que desarrollaría la Guardia Civil días después, tenía lagunas y contradicciones. Ahotsa.info aportó 7 claves que desmontaban la versión oficial elaborada por la Guardia Civil y defendida a capa y espada por los partidos españolistas. Versión que llevó a algunos partidos “del Cambio” y al propio Gobierno foral a alinearse con la Guardia Civil en un primer momento, pero que después, se ha ido cayendo por su propio peso.
Estas son las principales claves que desmontan la versión oficial sobre lo ocurrido en Altsasu:
1- Si realmente hubiera habido un linchamiento, las lesiones hubieran sido mucho más graves: los partes médicos de los denunciantes no revestían especial gravedad, a excepción del guardia civil que tuvo una fractura en el tobillo. Pero sobre este extremo también existen dudas, ya que mientras la novia del guardia civil dijo que vio cómo le pisaban el tobillo fuera del bar, el guardia civil aseguró que sufrió el pisotón dentro del bar Koxka.
2- Los denunciantes llamaron por teléfono tras la trifulca para pedir socorro: fueron los propios guardias civiles quienes llamaron por teléfono al cuartel de la Guardia Civil y a una ambulancia, lo cual no hubiera sido posible si se hubiera producido un linchamiento tan grave como describen los medios de comunicación.
3- La Policía Foral, al llegar al lugar de los hechos, no observa el linchamiento: la Policía Foral llegó dos minutos después de haber recibido una llamada de socorro desde el cuartel de la Guardia Civil. Los denunciantes estaban cerca del bar Koxka, y nadie les estaba agrediendo. Si se hubiera producido un linchamiento, lo lógico es que se hubieran alejado del lugar, y de no ser así, la agresión habría continuado. El ambiente era de tensión, si, pero no tan violento como lo pintaron algunos medios, ya que los policías forales, dos en un principio, no solamente se quedaron en el lugar de los hechos con los guardias y las mujeres implicadas, sino que además procedieron a la detención de una persona. Lo lógico, si se hubiera producido un linchamiento multitudinario, hubiera sido evacuar inmediatamente a los denunciantes para evitar nuevas agresiones.
4- Los guardias civiles y una de las mujeres prepararon sus declaraciones: pese a que la Policía Foral les recomendó poner denuncias aportando los partes médicos correspondientes, los guardias civiles recibieron órdenes de sus mandos para no hacerlo. De este modo, contaron con varios días para preparar sus declaraciones, lo que hace pensar que trataron de ganar tiempo para que no hubiera contradicciones en sus testimonios.
5- La declaración de la novia de uno de los guardias contradijo la versión policial: la declaración espontánea de la joven de Altsasu que acompañaba al teniente de la Guardia Civil herido se produjo en el Hospital, y relata una pelea de bar, más o menos violenta, pero en definitiva una pelea de bar. En ningún momento habla de 50 atacantes, y reconoció que llegó a morder a una persona en el bar.
6- No hubo agresiones sexistas: “Nos han zarandeado”, eso es lo que le dijo una de las jóvenes a los policías forales que acudieron al bar Koxka. Frente a las acusaciones de agresiones sexistas y los llamamiento al movimiento feminista para que denunciara estos hechos, lo que queda claro es que no hubo ninguna motivación sexista en la pelea y que las propias jóvenes reconocieron que solamente fueron zarandeadas. La joven de Altsasu dijo que se colocó hasta en 4 ocasiones entre los jóvenes del pueblo y los guardias civiles, y tan sólo tenía una tendiditis en el hombro izquierdo, con lo que la agresión sexista no se sostiene. Tampoco hubo insultos de carácter sexista.
7- No hubo rescate de un bus “lleno de etarras”: Aunque no tenía relación directa con el caso, la Guardia Civil filtró a los medios que uno de los agentes involucrados en la pelea había coordinado el rescate de un autobús “lleno de etarras” atrapados en la nieve en Beruete en marzo del 2016. Ya en su día Diario de Noticias había desmontado la proeza de la Guardia Civil, cuya versión oficial afirmaba que había tenido que socorrer un autobús lleno de ex presos de ETA que volvían de un acto. Lo cierto era que el autobús estaba ocupado por vecinos de Burlata que volvían de una sidrería, y que fueron ellos mismos junto con vecinos de la zona los que sacaron el vehículo de la nieve. Lo que sí era cierto es que ese día, alrededor de medio centenar de ex presos políticos vascos de la asociación Harrera se habían reunido en la zona, lo que al parecer era conocido por la Guardia Civil y que les confundieron con los vecinos de Burlata. Los medios siguieron insistiendo en la versión oficial pese al desmentido de Diario de Noticias, y el propio Director de la Guardia Civil utilizó esta mentira para subrayar la profesionalidad del militar español. Una mentira sobre otra.
El 14 de abril Iruñea acogerá la reclamación de justicia
Lo ocurrido en Altsasu fue utlizado por los medios españolistas para atacar el Gobierno de Navarra y a los partidos que lo sustentan, y de nuevo, para tratar de dulcificar la presencia de la Guardia Civil en la provincia, presentando a los militares españoles como las víctimas de una campaña de persecución y acoso dirigida por la Izquierda Abertzale. El pueblo de Altsasu, con la insistente movilización desde que ocurrieron los hechos y con mayor intensidad tras las detenciones, encarcelamientos y las desorbitadas peticiones fiscales de 375 años de cárcel por los delitos calificados como terroristas en la Audiencia Nacional, ha demostrado que no traga con las mentiras y le ha dado la vuelta a la gran falacia de la versión oficial recabando el apoyo mayoritario de la sociedad navarra, que el próximo 14 de abril tendrá una muy buena oportunidad para mostrar su solidaridad con los jóvenes imputados y sus familias.