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Hace un mes nos despertamos indignadas ante las declaraciones del responsable de la Alcaldía de Pamplona, Enrique Maya, anunciando una posible retirada de los carteles contra las agresiones sexistas símbolos del compromiso adquirido por el Ayuntamiento de Pamplona y la ciudadanía contra las agresiones sexistas en el municipio.

Hoy Pamplona amanece con carteles que evidencian que hay múltiples formas de violencias sexistas en el municipio aún por abordar y que, lejos de acabar con la violencia hacia las mujeres, en Pamplona se siguen produciendo cada día agresiones sexistas frente a las cuales hay que actuar con contundencia. Por ello, es imprescindible seguir trabajando desde el compromiso institucional adquirido para ir mejorándolo cada día y actuar contra todas las agresiones sexistas.

El movimiento feminista reclama este 25N que la prostitución sea incorporada a las políticas públicas y propuestas institucionales frente a las agresiones sexistas, en lugar de pensar en la retirada de las medidas de sensibilización social y de denuncia pública, política y social existentes dentro del municipio tales como las que representan los carteles contra las agresiones sexistas.

Navarra cuenta con más de 3.500 hombres que acuden cada día a la prostitución donde al menos unas 650 mujeres al día son prostituidas en distintos espacios, pisos, saunas, hoteles, clubs, teléfonos de contactos, webs de anuncios de prostitución, en cualquiera de las modalidades de prostitución existente en nuestras ciudades para el lucro de proxenetas y tratantes con total impunidad.

Las mujeres en prostitución son sometidas no solo a torturas físicas, psicológicas y sexuales, vejaciones, humillaciones, sumisión sexual de cada uno de estos hombres, sino al olvido y abandono de una sociedad que mira para otro lado mientras todo ello es normalizado como un negocio para enriquecimiento de las mafias y redes de tratantes de mujeres y niñas procedentes de otros países (Nigeria, China, Paraguay, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ucrania, Rusia, Rumanía, Bulgaria).

Se hace imprescindible la articulación de políticas públicas de actuación destinadas al desmantelamiento de la industria de la prostitución y la pornografía como estructuras que apuntalan el machismo y las relaciones de violencia masculina contra las mujeres en nuestros municipios.

Hoy más que nunca, es necesario mantener y ampliar todas las políticas públicas de actuación frente a la violencia sexista en nuestro municipio, todas aquellas que desde el movimiento feminista se vienen reclamando, en lugar de pensar en la retirada de los carteles contra las agresiones sexistas que recuerdan el compromiso social e institucional del municipio frente a cualquier manifestación machista, sexista y violenta hacia las mujeres en nuestro municipio.

Los 11 carteles contra las agresiones sexistas en la entrada a Pamplona desde Orkoien, Avenida de Arostegui, Avenida de Navarra desde Cordovilla, Avenida de Navarra con Valle de Aranguren, Avenida de Navarra Ofitas, Carretera de Tajonar, San Cristobal desde PA30, la carretera de Sarriguren, Cuesta Beloso, Avenida de Guipuzcoa y Avenida de Villava, deben seguir contribuyendo a la conciencia social frente a las agresiones sexistas y para recordarnos el compromiso institucional de lo que debe ser una lucha cotidiana frente a las violencias machistas mientras que exista una sola mujer en nuestros municipios agredida.

No sobran carteles, faltan políticas públicas de actuación, recursos de atención integral, habitacionales, campañas de sensibilización social, políticas educativas, medidas de prevención, programas de detección de la prostitución como una forma de violencia sexista, puesto que si bien fue incorporada a la Ley Foral 14/2015, para actuar contra la violencia hacia las mujeres, sin embargo, no se han desarrollado las medidas necesarias para dar visibilidad y una respuesta acorde a la gravedad de la misma en nuestros municipios.

La Plataforma navarra de mujeres por la abolición de la prostitución reclama hoy a las instituciones que trabajen con todos los recursos disponibles a su alcance para lograr que todas las mujeres tengan derecho a una vida libre de violencias machistas, de agresiones sexistas, a la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de nuestra vida y por ello, no vamos a parar hasta lograr una sociedad libre de prostitución y libre de violencias sexistas.