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“El reto más importante al que nos enfrentamos y al que debemos dedicar todas nuestras fuerzas es al de la articulación del espacio social. En Euskal Herria se debe configurar un amplio y mayoritario espacio democrático humanitario que tenga por objetivo la resolución integral de las consecuencias del conflicto violento”, afirman los y las expresas que hoy se han reunido en Usurbil para poner punto final al espacio Kalera Kalera que durante las últimas 4 semanas se ha establecido en la localidad gipuzkoana y que ha sido el epicentro de las movilizaciones que se han extendido por toda la geografía vasca.

Ante los medios de comunicación, los y las ex presas y exiliadas han remarcado que es urgente “superar todos los obstáculos que retardan la convivencia y la paz”, y para ello “es imprescindible enfocar las necesidades prioritarias: desmantelar todas las políticas y legislaciones pensadas para tiempos pasados” y “desarrollar una agenda social, política e institucional que desemboque en una Euskal Herria sin presas, exiliadas ni deportadas”.

En este sentido han subrayado la necesidad de “nuevos consensos sociales, políticos e institucionales destinados a acometer la ordenada y progresiva excarcelación de las personas presas mediante excarcelaciones condicionales anticipadas de aplicación generalizada, y el regreso, sin represalias, de las huidas y las deportadas”.

La clausura del espacio físico de Kalera Kalera en Usurbil no es, sin embargo, el punto final de la dinámica, ya que se comprometen a seguir desarrollando actividades en la línea de “aunar voluntades y sensibilidades plurales a favor de una solución integral y justa al ciclo de enfrentamiento y lograr vaciar las cárceles, ganar la paz y la libertad”.