Inspección de Trabajo sanciona a una empresa navarra por no notificar un accidente de trabajo mortal “in itinere”

Según ha dado a conocer el sindicato LAB, la Inspección de Trabajo ha sancionado a la empresa El Cenojal, S.L. por no notificar el accidente de trabajo mortal “in itinere” de un trabajador migrante que murió atropellado en septiembre del año pasado cuando se dirigía a su puesto de trabajo en bicicleta. LAB ha emitido un comunicado denunciando la situación de explotación y precariedad extrema que sufría Arturo Rojas Castaños, el trabajador muerto.

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El 23 de septiembre del pasado año, el sindicato LAB se concentró ante la sede de la Inspección de Trabajo para denunciar la muerte de un trabajador migrante de 62 años que tuvo lugar en Carcastillo. A su vez, al día siguiente, interpuso denuncia solicitando la investigación del carácter laboral del accidente. Finalmente, la Inspección ha confirmado el mismo como accidente de trabajo “in itinere”, levantando acta de infracción a la empresa por no notificar el accidente en tiempo y forma.

No fue un mero accidente de tráfico, fue un accidente de trabajo “in itinere”. Tampoco fue fruto de la mala suerte, detrás de la muerte del trabajador Arturo Rojas Castaños esta la situación de explotación y precariedad extrema que sufría.

En primer lugar, resulta absolutamente repugnante el actuar de la empresa y la Mutua. Así, tal y como lo constata la propia Inspección de Trabajo, “dicho accidente no había sido calificado como de trabajo ni notificado a la autoridad laboral”. Finalmente, el parte de accidente tuvo entrada en las oficinas de la Inspección el 4 de febrero de 2022, tras la comparecencia del socio y administrador de la empresa tres días antes. Es decir, cometieron una infracción porque actuaron como si nada hubiera ocurrido, como si la vida de los trabajadores y trabajadores no importase nada. Y nada hubieran dicho si LAB no hubiera interpuesto denuncia alguna.

En segundo lugar, la Inspección confirma también las circunstancias de precariedad. “El trabajador residía en Figarol, localidad que se encuentra a unos nueve kilómetros de Carcastillo y desde dicha localidad se desplazaba en bicicleta a Carcastillo para desde allí desplazarse en coche con sus compañeros a la localidad de Olite, que es dónde se ubica la finca en la que recogía tomate”.

Esta es la verdadera realidad que esconde el trabajo en el campo navarro. Condiciones de vida y de trabajo precarias que en muchos casos acaban en explotación o en muerte. Esto último le ocurrió a Arturo Rojas.

La Inspección de Trabajo ha confirmado la parte más obvia, sin embargo, deja sin aclarar las circunstancias que rodean el accidente y el cumplimiento o no de la evaluación de riesgos laborales y las responsabilidades empresariales derivadas de la misma. Junto con el Gobierno de Navarra siguen sin adoptar las medidas oportunas para poner fin a estas situaciones.

LAB continuará ejerciendo su acción sindical convencido de que es la mejor manera de defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Gehiago