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“Y a ti ¿te gustaría vivir en la calle?”. Esa es la pregunta que las organizaciones convocantes lanzaban a quienes paseaban por las calles de Alde Zaharra y se encontraban con la llamativa protesta. Sacos de dormir, cartones y esterillas aislantes, siluetas representando a personas sin hogar y jóvenes que se encuentran en esta delicada situación.

La concentración tenía como objetivo denunciar que a partir del próximo 31 de marzo se cerrará el albergue Jesús y María como lugar de refugio de personas sin hogar, al darse por finalizado el protocolo de protección contra el frío invernal. “El Ayuntamientos y Gobierno de Navarra forzarán a decenas personas como tú a dormir en la calle, negándoles derechos básicos que deben estar garantizados para todas las personas que viven en Navarra”, decían en el comunicado las organizaciones convocantes recordando una recomendación del Defensor del Pueblo.

Derechos condicionados y redes de apoyo

El acceso a la vivienda, la alimentación y otros derechos fundamentales recogidos en los textos legales “están condicionados por discriminaciones basadas en el origen, racialización y condiciones socioeconómicas de las personas”, recordaron durante la concentración, que pretendía ser también una muestra de apoyo a las personas sin hogar. “Creemos en la igualdad de derechos de todas las personas como única base posible sobre la que construir una sociedad justa e igualitaria”, y se comprometían en el tejido de redes de apoyo “que se activan cuando el sistema falla de manera sistemática”.

A los departamentos responsables del Gobierno Foral así como a los ayuntamientos afectados les pedían garantizar el acceso a techo y alimentación a las personas en situación de falta de vivienda, sin requisitos de entrada ni exclusiones durante todo el año; establecer criterios comunes de atención e instrucciones públicas que garanticen una correcta atención desde los Servicios Sociales a todas las personas que se encuentren en una situación de emergencia habitacional y de alimentación; implementar una política de parque de vivienda pública, vivienda protegida, promoción de ayudas de alquiler y garantizar el acceso a estos programas; y adaptar la normativa de vivienda a la realidad socioeconómica y jurídica de las familias, asegurando la no discriminación y la igualdad de condiciones de acceso de todas las personas.

Por otro lado, y siendo la el acceso a la vivienda un problema que afecta a toda la ciudadanía, exigían regular el precio de los alquileres y prohibir cualquier desahucio en el que no se garantice alternativa habitacional.

Así mismo, anunciaron que el próximo 1 de abril  habrá movilizaciones en diferentes municipios de Euskal Herria con estas reivindicaciones.