Etxerat lleva la denuncia de la dispersión ante el Parlamento navarro
Una cadena humana unida por los tradicionales pañuelos que identifican a los familiares de los y las represaliadas políticas vascas ha sido la forma elegida por Etxerat para exigir el fin de la dispersión en el Día Internacional de los Derechos Humanos.
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Etxerat ha revelado que la política de dispersión afecta a más de 300 familias, y que es “una realidad a la que los dirigentes no pueden seguir haciendo oídos sordos”. La asociación de familiares de presos, presas y refugiadas políticas vascas denuncia que “la política de dispersión, condiciona tanto la vida de niños, jóvenes, adultos y ancianos, como las de nuestros familiares encarcelados, y juega con nuestras vidas impunemente, vulnerando gran parte de nuestros derechos día a día”. En este sentido, recuerdan las consecuencias, físicas, psíquicas y económicas y que en 16 ocasiones ha tenido como resultado final la muerte de familiares. “16 muertes, que además, no olvidemos, siguen sin estar reconocidas como tal, como lo que son: víctimas de la dispersión”, subraya Etxerat.
A las fuerzas políticas les encomienda poner “fin de inmediato” a esta medida.
Etxerat compareció precisamente ayer en el Parlamento navarro, y apeló a “la responsabilidad directa” que como representantes de la ciudadanía tienen los partidos políticos. “En sus manos está la decisión de acabar o seguir poniendo en peligro tantas y tantas vidas cada semana”, afirmaron. Etxerat también ha presentado un decálogo que aporta “los compromisos que como mínimo, entendemos, hacen falta para avanzar en materia de resolución, paz y convivencia”.