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En una asamblea realizada el pasado 14 de diciembre, el Movimiento feminista de Euskal Herria decidió adherirse a la huelga general convocada para el 30 de enero por la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria.

La huelga general ha sido convocada por la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria a petición del movimiento pensionistas, quien ha visto la necesidad de rebasar el ámbito de las pensiones llegar más allá en sus reivindicaciones.

El movimiento feminista de Euskal Herria afirma querer poner “la vida en el centro frente a la violencia, la desigualdad, la precariedad, los modelos de sexualidad hegemónicos, la división sexual del trabajo, el modelo de consumo, la familia patriarcal, la jerarquía de los saberes, el racismo, el canon de belleza y todas las opresiones”.

Las feministas vascas aseguran que los planteamientos de la huelga feminista “se extienden a todos los terrenos de la vida con la intención de transformar el concepto clásico de trabajo”, y que su revolución “se construye desde los márgenes creados por el heteropatriarcado capitalista y colonialista”.

Frente a la precariedad de la vida que nos ofrece el sistema capitalista solicitan “garantizar la sostenibilidad colectiva de la vida y aceptar la interdependencia en un planeta con recursos limitados”. Así mismo, denuncian “el sistema heteropatriarcal que se refleja en toda las instituciones que conforman nuestra sociedad” y se rebelan “ante las imposiciones del sistema sobre nuestra manera de ser y sentir”.  Ante la ofensiva racista y fascista “que recorren nuestros territorios”, exigen “la eliminación de pactos que refuerzan el orden colonial, y que expolian y aniquilan los cuerpos y territorios tanto en el norte como en el sur global”, y “devolver la soberanía a los pueblos en todos los ámbitos de la vida para su propia supervivencia y emancipación”.

Piden a los sindicatos y organizaciones que forman parte de la Carta Social que asuman las reivindicaciones de la huelga feminista y que los comités de huelga que se formen en pueblos y ciudades se responsabilicen de trabajarlas.
“Partimos de la necesidad de colectivizar los cuidados; proponemos en hacer un ejercicio colectivo de la gestión de los cuidados, en el proceso, en los contenidos y en el día mismo, para que no recaiga en las mujeres que forman parte del movimiento feminista”, dicen en el comunicado difundido.

Además de participar en los comités de huelga, ven necesario seguir trabajando desde las redes que existen en pueblos y ciudades de Euskal Herria y que mostraron su fuerza y capacidad movilizadora y transformadora el pasado 8 de marzo.
Por ello anuncian que el 18 de enero, en los diferentes pueblos y ciudades de Euskal Herria, realizarán acciones llamando a la huelga. También el 30 de enero llaman a portar brazaletes morados y a colgar delantales de los balcones. Además, incitan a crear espacios simbólicos por todas las mujeres que no pueden estar en la huelga (trabajadoras de hogar, presas, mujeres que están cuidando, las mujeres asesinadas….) y a garantizar que los trabajos de cuidados no recaigan sobre las mujeres haciendo “un ejercicio colectivo”.