El alcalde de Iruñea planea retirar los carteles contra la violencia sexista en el momento oportuno “para no crear polémicas interesadas”
En una respuesta a una petición anónima a traves de la web del Ayuntamiento de Iruñea, el alcalde de Navarra Suma Enrique Maya reconoce que tiene intención de retirar los carteles contra la violencia sexista que hay en las entradas de Iruñea. EH Bildu a denunciado estos hechos calificándolos de de muy graves.
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El alcalde de Iruñea del tripartito de derechas ha dejado claras cuáles son sus intenciones: retirar los carteles contra la violencia sexista colocadas en todas las entradas de la ciudad ya que en su opinión “por obvios, no tienen sentido” y que buscará “la oportunidad y el momento de hacerlo para no crear polémicas interesadas”. Así se expresa en una respuesta realizada por un ciudadano anónimo que a traves de la web municipal le requería a retirar estas señales que según él eran “patochada” de “batasunos y otras gentes de progreso”, calificando su colocación como un “desatino pintoresco y paleto”. La respuesta desde el área de Alcaldía que ostenta Enrique Maya fue la siguiente: “Efectivamente, son carteles que, por obvios, no tienen sentido. Y, por tanto, lo oportuno sería retirarlos. Buscaremos la oportunidad y el momento de hacerlo para no crear polémicas interesadas”.
EH Bildu considera esta respuesta como algo “muy grave” ya que supone un “ataque frontal” por parte de la Alcaldía que ostenta Navarra Suma a los objetivos marcados en la Ordenanza de Igualdad y supone, además, una reversión “inaceptable respecto al posicionamiento que, como ciudad, ha asumido Pamplona en contra de la violencia de género”.
El grupo municipal de EH Bildu en el Ayuntamiento de Iruñea ha presentado para su debate en la comisión de Asuntos Ciudadanos del próximo martes una propuesta de declaración que exige al tripartito de derechas que “respete y mantenga” los carteles con el lema “Pamplona no tolera las agresiones sexistas/ Iruñeak ez ditu eraso sexistarik onartzen” situados a la entrada y salida de la ciudad. Asimismo, el escrito pide expresar la “más rotunda desaprobación y rechazo” de la Corporación Municipal ante el planteamiento oculto de Alcaldía de retirar esos carteles.
“En primer lugar, consideramos gravísimo e inexplicable que desde cualquier área de este Ayuntamiento se dé una respuesta de esta índole en un tema tan sensible y tan grave, en el que este Ayuntamiento ha asumido en los últimos años un compromiso político y público expreso de denuncia y tolerancia cero ante todas las agresiones sexistas y la violencia machista”, sostiene la coalición soberanista. “Consideramos esta respuesta, remitida con carácter oficial al ciudadano o la ciudadana, un ataque frontal a los objetivos básicos que nos hemos marcado como institución municipal en la lucha por la erradicación de la violencia de género, y atenta contra la Ordenanza Municipal de igualdad y el resto de normativa en materia de igualdad”, añade el texto de EH Bildu. En tercer lugar, la coalición denuncia la “doble moral” que implica este posicionamiento de Enrique Maya que por una parte da esta respuesta tan explícita a una petición anónima mientras, por otra parte, aprueba realizar una “campaña institucional contra la violencia de género” que debería tramitarse “con urgencia” desde el área de Igualdad. “Evidentemente y aunque quiera ocultarlo, el posicionamiento real del tripartito de derechas es el expresado de forma tan explícita por la oficina de Enrique Maya ya que la campaña aprobada el martes fue una iniciativa que partió de la oposición, concretamente desde EH Bildu, y a la que se sumó en última instancia y de forma testimonial la derecha”.
Continuos ataques a las señales contra la violencia sexista
Iruñea no es la única localidad navarra que luce en sus entradas con carteles contra la violencia sexista. La mayoría de las localidades del herrialde han colocado este tipo de mensajes, independientemente de quién gobierne. Sin embargo, los ataques a estas señales se han venido repitiendo desde su colocación. En algunas ocasiones con pintadas que alteraban su significado, otras veces tachando sus palabras en euskera y también con mensajes de apoyo a las víctimas de ETA. También fue atacado un mural por la diversidad sexual con mensajes contra el programa de coeducación Skolae.