ahötsa_

El grupo municipal de EH Bildu en el Ayuntamiento de Iruñea no respaldará la propuesta presentada por el tripartito de derechas para retocar la oferta lingüística en Escuelas Infantiles para el próximo curso. Tres son las razones principales: porque las plazas en euskara se alejan mucho de la demanda real (informes propios del Ayuntamiento hablaban de un 38,5%), porque Navarra Suma pretende acabar con el modelo de inmersión lingüística introduciendo actividades en inglés dentro de la oferta en Euskara y, finalmente, porque pretende hacerlo en un centro, Printzearen Harresi, que no cuenta con las condiciones necesarias para garantizar la coexistencia de las líneas de castellano y euskara.

“Queda de nuevo en evidencia que el objetivo de Navarra Suma es que el euskera desaparezca y se diluya, que el equipo de Maya es enemigo del modelo de inmersión que garantiza un aprendizaje de idiomas de calidad y que su obsesión es mantener el euskera como lengua minorizada, incluso recurriendo para ello a la aberración pedagógica que es diluir la inmersión introduciendo actividades en un segundo idioma como es el inglés”, denuncia Maider Beloki, concejala de EH Bildu.

La coalición soberanista considera que, a la espera de concretar en qué situación quedará la escuela de Donibane, a todas luces la oferta de plazas en euskera para el año que viene “seguirá siendo insuficiente”. Además, señala la “enorme incoherencia” de Navarra Suma que “ha reiterado una y mil veces que fruto de la sentencia de Escuelas Infantiles solo quedaba revertir Donibane, Printzearen y Goiz Eder al punto anterior, pero, a la primera de cambio, tocan Printzearen”.

“Además estamos ante decisiones improvisadas y sin contrastar con direcciones, ni educadoras”, añade Beloki que recuerda que “ya hay problemas muy graves para las sustituciones en la plantilla derivados de la paralización de la que, según los sindicatos, no habrá manera de cubrir esos puestos con perfil doble (ingles B1, y euskera C1) de las listas de euskera”. EH Bildu exige que se cumpla el compromiso de adecuar oferta y demanda en euskera “sin experimentos” y reclama que se abra un espacio de debate para acordar porcentajes. “Es terrible que expongan a los niños y niñas a un modelo de mala calidad por un objetivo político claro: acabar con el euskara”, concluye.