Carta de la chica agredida en Sanfermines en Estafeta

2014-ko uztailak 24

Estimados/as:
Soy Patricia Flint.
Junto con mi pareja, mi querido Zachary, abandono hoy Pamplona. Ponemos rumbo a Italia, a conocer la tierra que acogió a la abuela de Zachary. El 1 de agosto regresaré a Estados Unidos a continuar mis estudios universitarios. Zachary viajará al sur de Alemania a completar una estancia en la Universidad.

Han pasado diez días desde aquel horrible 13 de julio. A las 8 y media de la mañana fui agredida sexualmente cuando andaba por la calle Estafeta, la calle que minutos antes había fotografiado mientras Zachary corría en el encierro.

Antes de irme necesito deciros que una agresión sexual es una situación muy violenta. Son momentos de pánico en los que no sabes qué está sucediendo ni por qué está sucediendo. Todo se vuelve oscuro. El miedo te paraliza. Un sabor agrio se apodera de ti. Los segundos son horas. Cuando las vives y cuando las recuerdas, porque una agresión sexual es muy dura de vivir, muy dura de contar y muy dura de recordar.

Después de declarar la agresión sexual en comisaría, separada de mi pareja, tuve que regresar sola andando a mi pensión situada en la calle Mañueta, de la parte vieja. Nadie me acompañó ni me ayudó. Yo era una víctima de una agresión sexual y tuve que enfrentarme a unas calles atestadas de hombres que me decían cosas, y que ya sabía qué podía esperar, pues previo a la agresión también tuve que soportar que me levantaran la falda y escuchar obscenidades. Regresé a la pensión donde permanecí 48 horas sola. No salí ni siquiera para comer. Me daba terror pisar la calle. Esperé a que dejaran a Zachary en libertad.

Sin embargo, no quiero olvidar. No quiero olvidar a mi querido Zachary. A él es a quien primero quiero agradecer su atención. También quiero agradecer el comportamiento de la policía municipal que me atendió. Al personal del juzgado también quiero darle las gracias por su delicadeza. Pero sobre todo quiero agradecer el comportamiento de tres personas de Pamplona: mi abogado, Daniel Borda y dos mujeres que han demostrado que las mujeres sabemos apoyarnos unas otras cuando nuestra condición de mujer es violada. Gracias, Aitziber y Amaia. Me llevo en el corazón los días que hemos vivido juntas.

Estos diez días esperando a que Zachary recuperara el pasaporte no los olvidaré, porque he vivido rodeada de cariño. Aitziber, Amaia, Fernando, Mario y Marina me los llevo en el corazón. Su recuerdo me va a servir para superar la agresión sexual que viví el día de mi cumpleaños. Mi vigésimo cuarto cumpleaños que quería celebrar en Pamplona en San Fermín y que lo pasé primero en comisaría, y después sola, en una pensión, esperando a Zachary.

Necesito aprovechar este comunicado para pedir a las autoridades, a los medios de comunicación y a toda la ciudadanía tolerancia cero con las agresiones sexuales. La dureza de esta experiencia es demasiado común y no debe quedar impune. Ha de ser denunciada y castigada.
Por último, deseo que mi agresor se recupere.

Gehiago