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Este año lo hacemos en unas condiciones especiales debido al coronavirus. Este virus ha
cambiado nuestra manera de vivir, de relacionarnos y también de manifestarnos, pero hay
cosas que ni este virus ni los 41 años que han pasado desde el asesinato de Gladys, se
solucionarán por sí solas.

Nos referimos a la impunidad y falta de control de los elementos fascistas existentes dentro de
los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Impunidad como la que Billy el niño se llevó a la
tumba, y la que presumiblemente se llevará también el José Martínez Salas, guardia civil
condecorado que asesinó a Gladys.

Falta de control como la que una vez más se está evidenciando en la caza de brujas de jueces y
guardia civil contra el 8M; y elementos fascistas como todos los votantes Jusapol, sindicato
mayoritario en la policía nacional.

Pero hay cosas que tampoco podrán parar ni el virus, ni los 41 años pasados, ni mucho menos
los elementos fascistas, y es nuestra lucha.

No cejaremos nuestro empeño de defender las Bardenas, de denunciar la militarización de la
sociedad vivida a costa del virus y, por supuesto de construir y caminar hacia un mundo más
justo y respetuoso con la madre tierra, un mundo en el que por supuesto, no tienen cabida ni
el fascismo ni el capitalismo.

Gladys Gogoan Zaitugu!!
Ama lurra defenda dezagun!!!