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Según los datos recabados por el Gobierno de Navarra, hasta 2008, la Iglesia Católica realizó en Nafarroa más de 2.500 inmatriculaciones. Esto supone aumentar en 1.431 las inmatriculaciones hasta ahora conocidas, y todavía quedan por cuantificar oficialmente las que se realizaron desde el 2008 hasta el 2015. Hay que advertir que varias inmatriculaciones reúnen más de un bien: atrio y jardín; casa y huerto parroquial; casa, ermita y atrio. Muchos de los bienes inmatriculados, además, no son ni siquiera lugares de culto.

Por otra parte, los bienes que en este informe se cuantifican son los que actualmente siguen registrados a nombre de la Iglesia católica, lo que significa que todos los bienes inmatriculados que han sido vendidos no computan. “Esto nos lleva a afirmar que las inmatriculaciones son muchas más, aunque será difícil conocer cuantas”, han afirmado desde la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro.

Otra cuestión importante es que en el conjunto del listado aparecen “ermitas”, “templos” “iglesias”, que, a tenor de la normativa vigente en esos años, no podían ser inmatriculados.

Desde la Plataforma subrayan también que la información que ofrecen los listados es “deficiente y desigual” y que en la mayoría de los casos la información que ofrece el listado “es insuficiente para identificar el bien”. “No se ofrece información alguna sobre la superficie de la finca, sobre los elementos que contiene y demás extremos que deben constar en la nota simple”, denuncian. Como dato llamativo, añadir que aparecen una serie de inmatriculaciones realizadas en abril de 1931.

Huertos, pastos, terrenos rústicos…

La naturaleza de los bienes inmatriculados varía sustancialmente de uno a otro período. Así, por ejemplo, antes de 1998 la mitad de las inmatriculaciones son bienes rústicos: campos y tierras de labor, huertos, pastos,… Un 43,7% son bienes urbanos: casas (parroquiales o no), edificios, atrios, solares, jardines, locales,… Los lugares de culto (ermitas, parroquias, etc.) apenas representan el 5%, pero hay que recordar que en esas fechas estaba expresamente prohibida por la normativa vigente la inmatriculación de lugares dedicados al culto.

Por el contrario, entre 1998 y 2007 los lugares de culto concentran casi el 80% de las inmatriculaciones, destacando 658 parroquias y 191 ermitas. “Es obvio que la reforma de Aznar tuvo una profunda repercusión”, señalan desde la Plataforma.

En el conjunto del periodo conocido, las 938 inmatriculaciones de lugares de culto representan el 37,2% del total. Eso significa que 1560 inmatriculaciones, el 62% de las realizadas nada tienen que ver con el culto.

A la vista de estos datos, desde la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro quieren destacar que se trata de un tema jurídico y patrimonial “que no atiende a motivaciones religiosas”, y que no se circunscribe solamente a Nafarroa, sino que afecta a todos los territorios del Estado español. “Es un expolio que se extiendo por toda la geografía del estado”, enfatizan.

Podrían ser más de 3.000 los bienes inmatriculados

“La información que ofrecemos incrementa de manera relevante las cifras de inmatriculaciones que veníamos manejando: pasamos de 1.087 a más de 2.500. Si tenemos en cuenta que carecemos de información sobre el periodo 2008 a 2015, que, como se ha dicho, varias inmatriculaciones reúnen más de un bien y que los bienes inmatriculados que han sido vendidos no aparecen en los listados, los bienes inmatriculados en Navarra superarán, sin duda, los 3.000”, aseguran.

El hecho de que la inmensa mayoría de las inmatriculaciones realizadas antes de 1998 no tengan nada que ver con bienes relacionados con el culto pero y que además estas inmatriculaciones se realizaran en años en los que estaban expresamente prohibidas por la normativa vigente, es otro de los aspectos que denuncian desde la Plataforma. Por ello, afirman que seguirán estudiando la información disponible, ya que sospechan que que los bienes rústicos inmatriculados puedan ser comunales que, por sus peculiaridades, “son inalienables, imprescriptibles e inembargables”.

“Es imprescindible disponer de las notas simples; sin ellas, el conocimiento de las inmatriculaciones realizadas es absolutamente insuficiente. Si se informa la inmatriculación de un terreno en Allín, de un huerto en Araiz o de una casa en Baztan, difícilmente podremos saber de qué bien se trata”.

Desde la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro se reafirman en su compromiso de informar a la sociedad navarra “del expolio realizado” y avanzan que solicitarán una nueva comparecencia en el Parlamento de Navarra y nuevas reuniones con el grupo de trabajo de la Federación navarra de Municipios y Concejos, la Dirección General de Administración Local y otras instituciones. No descartan, así mismo convocar movilizaciones ciudadanas “que denuncien este expolio”.