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Al margen de sus responsabilidades políticas directas por la fortísima represión practicada por el franquismo durante esos años, como por ejemplo en Gasteiz el 3 de marzo del 76 o en las semanas pro-amnistía de aquel mismo año, donde muerieron varias personas, Martín Villa lo fue también “de la criminal agresión padecida por el pueblo de Iruñea durante los Sanfermines de 1978”.

Aquel 8 de julio miles de personas presentes en la plaza de toros fueron testigos de “la barbarie policial” desatada por sus calles y del asesinato del joven Germán Rodríguez, militante de LKI, que murió por disparos de la Policía española.

Tanto la “Comisión de Investigación de la ciudad de Pamplona” (Ayto. de Pamplona, partidos políticos, sindicatos, AAVV,…) como la de las Peñas sanfermineras, afirmaron expresamente que todo lo sucedido no fue en modo alguno casual, sino premeditado, y que las responsabilidades políticas correspondían al Gobierno de UCD, del cual Martín Villa era ministro.

“Fue él quien que “lo nuestro son errores, lo otro son crímenes”, evidenciando así la falsa justicia y política de impunidad con la que las instituciones (Gobierno, Tribunales,…) han abordado todo aquello y justificado sus crímenes de Estado”, denuncian desde Sanfermines78 Gogoan.

Por ello, desde esta iniciativa quieren denunciar el homenaje a Martín Villa, “más aún si consideramos su actual imputación por la justicia argentina dentro de los crímenes cometidos por la Dictadura Franquista”.