El PSOE y el Tardofranquismo
Parafraseando a Wright Mills en su libro “The Power Elite (1.956), el establishment del Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial, política, militar, jerarquía católica, universitaria y mass media del Estado español
Germán Gorraiz López. Analista.
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Éstos serían los
herederos naturales del legado del General Franco y que habrían
fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la
lectura del libro “Oligarquía financiera y poder político en
España” escrito por el ex-banquero Manuel Puerto Ducet), iniciando
asimismo una deriva totalitaria que habría ya convertido a la
seudo-democracia española en rehén del establishment y que tendría
como objetivo último la implementación en el próximo quinquenio del
“Estado Tardofranquista”.
Asistiríamos pues a la escenificación de una lucha enconada entre un
Tribunal Supremo, devenido en garante y tabla de salvación de las
élites político-financieras del establishment inmersas en el top-ten
de la corrupción, el nepotismo y el tráfico de influencias y el
Tribunal Constitucional convertido en el último reducto de la
resistencia democrática ante la progresiva implementación del nuevo
Estado Tardofranqista. Dicho nuevo Estado beberá de las fuentes del
centralismo jacobino francés y del paternalismo de las dictaduras
blandas y vendrá refrendado por iniciativas como la aprobación de la
nueva Ley de Educación (Lomce);el rechazo del Grupo Popular a la
proposición no de ley de IU para “sancionar penalmente los actos de
apología de la dictadura franquista así como la actividad delictiva de
los grupos de ultraderecha”, la distópica nueva Ley de Enjuiciamiento
Criminal , la implementación de la censura en Internet tras el cierre
decretado por la AN de la web “Ateak Ireki” y la previsible
modificación del Código Penal para construir hasta su nimiedad los
derechos de expresión (Ley Mordaza), huelga, reunión y manifestación.
Finalmente, asistiremos a la implementación de la Doctrina Aznar que
tendría como ejes principales la culminación de la “derrota
institucional de ETA para impedir que el terrorismo encuentre en sus
socios políticos el oxígeno que le permita sobrevivir a su derrota
operativa” y el mantenimiento de la “unidad indisoluble de España “, lo
que se traducirá en el finiquito de la representación institucional
lograda por EH Bildu en base al apoyo popular mediante la ilegalización
del partido abertzale Sortu (tras la remisión por el Delegado del
Gobierno en la CAV a la Fiscalía del TSJPV de una denuncia penal contra
el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, al que acusa de “injurias y
amenazas al Estado y a la Guardia Civil” tras las operaciones Jaque y
Mate contra los abogados de presos de ETA y los tesoreros de Herrira, lo
que unido a la prohibición de la celebración del referéndum sobre la
independencia en Cataluña conllevará el final de la más larga
experiencia seudodemocrática de la historia del Estado española (35
años), quedando en manos del PSOE el perpetuar el Tardofranquismo en el
Estado español mediante un Gobierno de coalición con el PP (PPSOE) o
contribuir junto con Podemos a finiquitar las estructuras del Régimen
del 78 y posteriormente instaurar la III República.