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El 17 de julio terminó el proceso negociador con la ratificación por parte de la plantilla de BSH del acuerdo alcanzado por los sindicatos UGT, CCOO, ATISS Y Solidari con la dirección de la empresa. El acuerdo aceptaba los despidos y cierre de la planta, afectando a más de 600 personas y a otras cientos de ellas que de forma indirecta trabajaban para la firma BSH en otras empresas.

“Desde LAB vivimos esta situación con rabia, pena y frustración, ya que a lo largo del periodo de consultas del expediente de extinción la posición de la parte social ha sido unitaria y coherente ante unas causas para el cierre de la planta de Eskiroz que no tenían ni pies ni cabeza, y que dejaban clara constancia del objetivo real de BSH con este cierre, ganar más pagando menos”.

El sindicato abertzale afirma no entender “este viraje” en los sindicatos firmantes “que no es más que terminar dándole la razón a la empresa y poner precio a la destrucción de los puestos de trabajo”. Creen que la empresa podría haber dado un paso atrás en su intención de cerrar la planta de Eskirotz y opinan que el proceso negociador ha sido “chapucero” por parte de la la empresa, que ha usado argumentos de tipo económico en un ERE productivo y en una planta que reparte dividendos “estratosféricos”, con un informe de causas redactado por una consultoría “con un claro carácter de parte a favor de la empresa”, planteando “una medida absolutamente desproporcionada” como el cierre por una supuesta tendencia de perdida de cuota de mercado, negando una deslocalización “que es incluso palpable”, según LAB.

LAB lamenta que el acuerdo echa por tierra la defensa de la industria de Nafarroa y avala “la esquilmación por parte de la multinacional BSH de un importante patrimonio social y económico navarro con cerca de 60 años de historia”.