El derecho a estudiar en euskera en Nafarroa
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Cuando matriculamos a nuestros hijos e hijas en la Ikastola Garcés de los Fayos de Tafalla, apostamos claramente por su educación en el modelo D. Por desgracia, Tafalla se encuentra en la zona no vascófona que se encargaron de delimitar los y las políticas de turno sin siquiera preguntar a la ciudadanía; por ello no tuvimos la oportunidad de llevar a nuestros retoños/as a una escuela pública y los inscribimos en un centro privado (concertado).
De aquello han pasado trece años y ahora, al finalizar la enseñanza obligatoria, les toca elegir dónde, cómo y qué bachillerato estudiar. No es una decisión que tengan que tomar a la ligera, puesto que marcará el rumbo, profesional e incluso personal, de sus vidas; pero es una decisión que tienen que tomar ellos/as y nadie lo debe hacer en su nombre ni puede obligarles a estudiar lo que no quieren o en un centro que no han elegido. Pues bien, cada uno de ellos/as ha elegido el itinerario que ha creído más adecuado a sus capacidades y expectativas de futuro; pero todos coinciden en una cosa: quieren continuar sus estudios en euskera.
En ello estamos, y fruto de la decisión que han tomado se han quedado fuera del centro elegido, además teniendo notas medias superiores al ocho en la mayoría de los casos. Con el baremo del departamento de Educación a la vista y la ley en la mano, no tenemos derecho a quejarnos y nuestra pregunta es la siguiente: ¿es justo el baremo que se aplica?. Por qué dar puntos si estás empadronado en Pamplona o su comarca o si tus padres tienen el centro de trabajo ubicado en Pamplona o su comarca, cuando sería mucho más justo favorecer a los/as estudiantes que no tienen modelo D en sus ámbitos comarcales, que pierden dos horas al día en los desplazamientos y que incluso tienen problemas de horarios con el transporte público y, bien salen antes de clase, bien pierden todavía más tiempo esperando al siguiente autobús.
Decimos a nuestros/as hijos/as que estudien duro, que las notas les abrirán puertas; y ahora que han visto que no les sirven siquiera para acceder al centro que ellos/as han decidido para comenzar sus estudios superiores ¿cómo motivarles?, ¿cómo quitarles de encima el sentimiento de frustración y la decepción que ahora sienten?
Se han quedado fuera seis alumnos/as que habían elegido el Instituto Iturrama como primera opción. En algún caso ha sido el escogido por las materias optativas que ofrece y, en todos los casos, porque permite ir y volver en autobús de línea con el tiempo justo para los desplazamientos. Decía que han sido seis los/las que han quedado fuera de Iturrama, pero podían haber sido dieciséis ya que diez alumnos/as han sido matriculados en un centro privado (concertado), con el coste que eso conlleva para las familias y gracias al esfuerzo del centro que se hace cargo de parte del transporte (con la limitación de plazas que han marcado).
En algún curso anterior ya había habido problemas similares, aunque no con tantos/as alumnos/as, pero este año es una tomadura de pelo. Y el problema no acaba aquí ya que a partir de ahora, salvo la siguiente promoción, todos los cursos tienen una cantidad considerable de alumnos/as; por ello es lógico pensar que seguirá habiendo problemas. ¿Acaso en la Zona Media de Nafarroa no somos navarros/as o pagamos menos impuestos que el resto de ciudadanos/as?. Queremos que las opciones para estudiar en nuestra lengua sean las mismas para todos/as, vivan donde vivan.
Sr. Iribas la solución definitiva a este problema continuado en el tiempo, está en sus manos. Es tan simple como ver la demanda de plazas que hay para el modelo D y adecuar la oferta. Es tan simple como eliminar del baremo aspectos que imposibilitan que el alumnado de Nafarroa tenga las mismas oportunidades. Es tan simple como dejar la cabezonería política a un lado y dar a la Zona Media el modelo D público que está demandando para el bachillerato. Querer es poder, o eso dicen.
Aunque todos sabemos que la solución definitiva es la supresión de la injusta Ley del Vascuence.
Fdo.: Cristina Arconada, Goio Iriso, Mª José Andueza, Marga Olalla, Marian Llorente, Joseba Escalera, Begoña Rodríguez, Oscar Criado, Encarna Baños, Juan Amezketa.