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El joven Oihan Zuñiga ha sido absuelto de los delitos que le imputaba la Policía española y que acarreaban penas de cárcel y una fuerte multa. La clave ha sido un vídeo grabado por miembros del piquete de la huelga general convocada por la carta de Derechos Sociales de Euskal Herria en defensa de unas pensiones y condiciones de vida dignas.

Los hechos ocurrieron cuando una dotación policial interceptó el citado piquete informativo y procedió de forma violenta a identificar a sus miembros. Ante las protestas de estas personas, la Policía actuó de forma más violenta todavía, como se puede ver en las imágenes, provocando varios contusionados. Finalmente, fueron imputadas 4 personas, entre ellas el ahora absuelto Zuñiga.

La sentencia recoge que “no ha resultado acreditado que el acusado lanzara petardos, y se dirigiera a los policías llamándoles “perros de mierda, txakurras, hijos de puta”, gritándoles “no os quieren ni en Extremadura”. Tampoco queda acreditado que Oihan Zúñiga lesionara al policía que le detuvo ni que se opusiera tras su detención, tal y como relató el agente.

La sentencia va más allá y dice que la versión sostenida por la acusación pública “carece de soporte probatorio, y no solo porque el acusado negara, punto por punto, los hechos que se le atribuían, al aludir a que él iba tocando un pito, y eso debió molestar a alguno de los agentes, sino porque las dos grabaciones visionadas en la vista oral no recoge ninguna conducta del acusado coincidente con el relato sostenido por la acusación. No les dirigió las expresiones despectivas como “txakurras”,ni les dijo que no les querían ni en Extremadura. Es más, no se oye voz alguna en tal sentido”. El vídeo grabado por una miembro del piquete fue difundido inmediatamente por Ahotsa.info en redes sociales y en él se puede apreciar la violencia policial y la actitud de los huelguistas, así como los intentos de los policías por amedentrar a quien grababa el vídeo para dejar de hacerlo.

En cuanto al momento de la detención del joven de Donibane, la sentencia constata que el acusado “no intenta escabullirse entre el resto de los concentrados, ni acometió a ningún agente para eludir ser detenido, sino que uno de los policías le agarró fuertemente, desplazándole de la posición en que se encontraba, cayendo ambos al suelo, por la incercia del tironazo, sin que el Sr. Zúñiga diera golpe alguno al agente nº 97128, quien afirmó en el juicio que el acusado le lanzó un puñetazo y dos patadas que esquivó, desconociendo cuando se lesionó, por lo que difícilmente puede atribuirse la autoría de la agresión leve al encausado”.

El próximo 26 de marzo serán juzgados el resto de las personas arrestadas por aquellos hechos.